El nuevo rol de la auditoría incluye usar nuevas tecnologías e ir más allá de presentar informes financieros.
Auditores deben ampliar su campo de acción a la formación, el aseguramiento y la información no financiera.
Auditoría es sinónimo de confianza para inversores, las partes interesadas y reguladores.
El nuevo rol de la auditoría incluye usar nuevas tecnologías e ir más allá de presentar informes financieros.
Auditores deben ampliar su campo de acción a la formación, el aseguramiento y la información no financiera.
Auditoría es sinónimo de confianza para inversores, las partes interesadas y reguladores.
Carlos Andrés Molano y José Manuel Trujillo, auditores de la firma Mazars, presentaron en #CharlasConActualícese los resultados y conclusiones de una encuesta realizada a 501 líderes empresariales, quienes opinaron sobre la importancia de la auditoría en los procesos organizacionales.
Molano explica que la auditoría se considera una profesión crítica y muy valiosa que ayuda a las empresas a mejorar sus capacidades:
La gran mayoría de los empresarios recurriría a la ayuda de los auditores sin que la ley lo exigiera. Por otra parte, el 61 % de los encuestados considera que la auditoría es una oportunidad para que las empresas mejoren.
Para la mayoría de los encuestados, la auditoría es una oportunidad para que la empresa haga mejoras. Sin embargo, también hay otros puntos de vista, por ejemplo, que se trata de un obstáculo en el día a día de la empresa y una formalidad sin mucho valor agregado.
Molano enumera y explica seis conclusiones que entregó la encuesta acerca del rol de la auditoría:
La auditoría proporciona seguridad y confianza en beneficio de los inversores, las partes interesadas y los reguladores. De igual manera, es un apoyo para mejorar el rendimiento de una empresa.
La gran mayoría de los empresarios está a favor de utilizar las nuevas tecnologías de auditoría. Dentro de sus beneficios están el ahorro de tiempo, permitir que el auditor se centre en tareas de mayor valor añadido y dar a los auditores más tiempo para analizar y cuestionar los datos.
En este punto, Molano afirma que las competencias necesarias que más veces figuran en el top 5 de los encuestados son:
Y resalta:
Escuchar es la habilidad que más veces aparece como la número uno de los encuestados (33 %) de una lista de 20 opciones.
Un 26 % de los encuestados afirma haber rotado a sus auditores o haber considerado la posibilidad de hacerlo, a pesar de que no era, o no es ahora, un requisito reglamentario para hacerlo.
Un 96 % de los encuestados quiere que los auditores amplíen la gama de sus servicios. Los servicios que pueden proponer los auditores incluyen la formación, la garantía que cubre la privacidad o seguridad de los datos, la sostenibilidad, los controles internos, la diversidad y la inclusión.
El 87 % está a favor de que la auditoría se extienda a nuevos ámbitos, como la información no financiera; por ejemplo, el riesgo climático, la diversidad de género o los derechos humanos, áreas que el 75 % considera muy importantes para auditar.
El 93 % de los encuestados cree que debería reformarse el mercado de la auditoría, el 89 % está a favor de una profesión de auditoría con actividades de auditoría claramente separadas de las actividades de asesoramiento.
De igual forma, un 89 % dice saber bien lo que son las auditorías conjuntas, el 62 % lo sabe muy bien y el 27 % conoce bien las auditorías conjuntas. El 87 % son favorables a la coauditoría. Finalmente, el 88 % de los que ya han experimentado la coauditoría son favorables a ella.
Por su parte, José Manuel Trujillo afirma que la encuesta realizada a 501 líderes empresariales implicados en el proceso de auditoría arroja luces sobre las percepciones y lo que se espera del rol de la auditoría. Al respecto, enumera un conjunto de mitos y realidades:
La detección del fraude y la lucha contra la corrupción no se consideran los principales objetivos de una auditoría. Existe una desconexión entre los beneficios percibidos y la misión de los auditores.
«La tecnología es importante para el proceso de auditoría y su calidad, pero los profesionales que están detrás de la pantalla son más importantes», advierte Trujillo.
Los encuestados quieren que los auditores amplíen su gama de servicios más allá de la auditoría financiera, en particular hacia la formación y la garantía de la información no financiera.
Se invita a los auditores a ampliar su campo de acción a la formación, el aseguramiento y la información no financiera.
La auditoría conjunta es claramente entendida y solicitada. Las empresas la ven como una forma de mejorar las auditorías y aumentar la confianza de las partes interesadas en el informe financiero.