La primera revisión realizada por un auditor a una organización debe considerar ciertos puntos claves, típicos de la primera auditoría; en este editorial le damos algunas pistas al respecto.
La primera revisión realizada por un auditor a una organización debe considerar ciertos puntos claves, típicos de la primera auditoría; en este editorial le damos algunas pistas al respecto.
Cuando por primera vez se da apertura a un proceso de auditoría organizacional , independientemente de si la información ha sido auditada o no, el nuevo auditor debe prestar especial atención de los saldos iniciales del ejercicio sobre el que se realiza la auditoría de cuentas anuales; esto no quiere decir que la revisión de transacciones de apertura se realiza una única vez (al inicio de la auditoría), pues esta es una tarea importante y permanente en la labor del auditor, quien en el recorrido corriente de su labor, estará revisando las variaciones y correspondencia entre los saldos de cierre y apertura de cada período, con la finalidad de verificar el traspaso correcto de saldos de un ejercicio a otro; en el caso de la revisión por primera vez, la revisión está enfocada a confirmar la transparencia y ausencia de errores en la información suministrada.
Al iniciar con el proceso de auditoría, se deben tener en cuenta algunas prescripciones de las que trata la Norma Internacional de Auditoría –NIA– 510 relacionada con los saldos de apertura sobre los cuales tiene responsabilidad de revisión el auditor; en ella se aclara que deben revisarse detalladamente los importes que conforman los estados financieros, y que estos por lo general tienen cuestiones que exigen de revelaciones como es el caso de contingencias y compromisos, que el auditor no podrá obviar pues en muchos casos las cifras del informe no dan pistas reales de las particularidades del hecho económico.
La NIA 510 propone que cuando el auditor realiza una auditoría por primera vez, su objetivo fundamental es recolectar suficiente evidencia de la transparencia de los saldos iniciales para demostrar que están libres de errores significativos, que incidan negativamente sobre los informes y las decisiones de los interesados; de igual forma debe enfocarse en contrastar la correcta aplicación de las políticas internas de la compañía y la correspondencia total con el marco normativo que le aplique a la entidad.
La NIA 510 establece algunos conceptos teóricos mínimos que deben considerarse al dar inicio a una auditoría por primera vez:
Una vez identificados los términos que propone la NIA 510, se inicia el proceso de auditoría con los saldos de apertura, teniendo en cuenta el procedimiento que fija el mismo estándar y que se podría clasificar en dos fases: la primera, sería una etapa de revisión; y la segunda, más aplicada, sería la fase de confirmación de datos:
Etapa 1: revisión
Etapa 2: verificación
En relación con este aparte, la NIA indica que se puede realizar uno o más de los siguientes procedimientos de verificación; sobra decir que a mayor cantidad de pruebas realizadas, mayor seguridad en la información entregada.
Francisco Edmundo Rodríguez
Contador Público
* Exclusivo para actualicese.co