El 15 % de los contadores públicos de todo el mundo dice estar comprometido con la sostenibilidad empresarial; se ha establecido la meta de cero emisiones de carbono para el año 2050.
Las organizaciones deben integrar medidas para combatir el cambio climático en sus planes estratégicos.
El 15 % de los contadores públicos de todo el mundo dice estar comprometido con la sostenibilidad empresarial; se ha establecido la meta de cero emisiones de carbono para el año 2050.
Las organizaciones deben integrar medidas para combatir el cambio climático en sus planes estratégicos.
Forbes en su artículo How Accountants Can Help Drive The Move To Sustainability, analiza el papel que deben asumir los contadores públicos frente al cambio climático, la sostenibilidad y cómo deben asesorar a sus clientes para que sean responsables en estas temáticas.
Hace casi 20 años, comenta el artículo, un ejecutivo de la Association of Chartered Certified Accountants –ACCA– afirmó que las empresas están bajo una presión cada vez mayor por parte de inversores, gobiernos, ONG y otras partes interesadas para demostrar sus esfuerzos para gestionar los efectos de sus operaciones. Así aseguró en aquel tiempo:
Los informes públicos ambientales, sociales y de sostenibilidad son ahora la ruta principal a través de la cual se puede demostrar la responsabilidad e integridad corporativas.
Hace poco tiempo atrás líderes mundiales, especialistas y activistas en cambio climático se reunieron en Glasgow, Escocia, durante la COP26. Pero ACCA estaba a la vanguardia frente al tema.
La entidad había impulsado un plan de premios para promover la necesidad de que las empresas informaran sobre sus efectos ambientales y sociales junto con sus cuentas anuales. Luego, amplió el alcance de la iniciativa para reconocer la necesidad de pensar de manera más general en la sostenibilidad. Al respecto el artículo puntualiza que:
Sin embargo, con las organizaciones luchando por nombrar campeones de sostenibilidad y similares, es justo decir que los contadores se han quedado un poco en el camino.
Sin embargo, ACCA recuerda el papel de los contadores, sea que trabajen de forma privada y asesoren a las empresas, trabajen en las mismas empresas o en entidades gubernamentales, y así garanticen que las organizaciones hagan lo necesario para operar de manera más sostenible.
Glenn Collins, jefe de participación política, técnica y estratégica de ACCA, explica que los contadores públicos tienen un conocimiento realmente amplio de los negocios.
¿Saben qué es lo que impulsa a los negocios en cada punto? La clave es que utilicen este conocimiento para impulsar el cambio en las operaciones comerciales y, lo que es más importante, en áreas como la cadena de suministro y para usar sus habilidades para medir lo que está sucediendo.
El informe Climate action and the accountancy profession: building a sustainable future, elaborado por ACCA antes de la reunión del COP26, señala que los profesionales contables y las finanzas pueden aportar un enfoque integrado que coloque la sostenibilidad en el centro de la toma de decisiones organizacionales.
De esta manera, el contador público puede vincular «la estrategia y la gobernanza con la toma de decisiones basada en datos y la medición rigurosa del desempeño utilizando objetivos basados en la ciencia, informes coherentes y garantía confiable de la información utilizada por las partes interesadas».
Pese a la concientización respecto al tema queda un camino largo por recorrer. El informe indica que solo el 15 % de los contadores de todo el mundo dice que sus organizaciones han establecido objetivos para cumplir con cero emisiones de carbono para el 2050.
Además, únicamente el 38 % dice que sus organizaciones estarán dispuestas a invertir mucho más que en la actualidad para abordar el cambio climático y así ver cambios entre los próximos tres o cinco años.
Por otra parte, solo el 23 % integra los indicadores clave de desempeño climático en su estrategia comercial y/o marcos de riesgo, y el 29 % afirma que las consideraciones sobre el cambio climático juegan un papel importante en la toma de decisiones financieras en su organización.
Collins dice que existe la necesidad de un marco coherente dentro de las empresas para que, por ejemplo, haya una medición más precisa del costo real de las materias primas o los servicios.
La solución más barata en términos de dinero no siempre es la mejor. Todas las organizaciones deben buscar definiciones más amplias de valor que tengan en cuenta cuánto duran las cosas o cuánto cuesta transportarlas.
Los gobiernos también tienen un papel que desempeñar más allá de lo que manifestaron en Glasgow. Es necesario que haya una mayor integración en áreas como las políticas de impuestos y presentación de informes, dice Collins. Al final, las organizaciones deben integrar medidas para combatir el cambio climático en sus planes estratégicos. «Entonces el desafío es claro», concluye Collins.