Privatizar el sistema pensional en Colombia no es una buena y sana idea. Las tasas de cobertura se podrían estancar o disminuir, los niveles de las pensiones se deteriorarían, y se agravarían las desigualdades de género y de ingresos. La OIT analizó el tema y aquí socializamos algunas conclusiones.
Privatizar el sistema pensional en Colombia no es una buena y sana idea. Las tasas de cobertura se podrían estancar o disminuir, los niveles de las pensiones se deteriorarían, y se agravarían las desigualdades de género y de ingresos. La OIT analizó el tema y aquí socializamos algunas conclusiones.
Frente a todo el movimiento mediático y lógicas reacciones que produjo la noticia de la posibilidad e intención que tenía el Gobierno nacional de acabar con el régimen de prima media –RPM–, el Ministerio del Trabajo emitió un breve comunicado donde se desmintió el rumor. Al margen de este revuelo, vale la pena prestar atención a lo que indica el informe técnico de la OIT La reversión de la privatización de las pensiones: Reconstruyendo los sistemas públicos de pensiones en los países de Europa Oriental y América Latina (2000 – 2018).
Privatizar el sistema pensional eliminando el RPM contradeciría los pilares sobre los que se fundamenta el derecho a la seguridad social en Colombia. Lo que se recomienda es revisar los procesos de tránsito hacia sistemas de capitalización individual.
«Considerando que el 60 % de los países que habían privatizado los sistemas públicos de pensiones obligatorias han revertido la privatización, y teniendo en cuenta la evidencia acumulada de impactos negativos sociales y económicos, se puede afirmar que el experimento de la privatización ha fracasado. La privatización de las pensiones no dio los resultados esperados», indica el informe.
La OIT indica que como consecuencia está el hecho de que las tasas de cobertura se estancaron o disminuyeron, los niveles de las pensiones se deterioraron, y se agravaron las desigualdades de género y de ingresos, haciendo muy impopular la privatización.
«El riesgo asociado a las fluctuaciones en los mercados financieros se trasladó a los individuos. Los costos administrativos se incrementaron, lo que resultó en menores niveles de prestaciones. Los altos costos de transición crearon grandes presiones fiscales. Se suponía que la administración privada debía mejorar la gobernanza, pero, por el contrario, la debilitó», indica el informe.
En muchos casos, afirma la OIT, las funciones de regulación y supervisión fueron acaparadas por los mismos grupos económicos responsables de la gestión de los fondos de pensiones, lo que creó un grave conflicto de intereses. Además, la industria de seguros, la cual se beneficia de los ahorros previsionales, avanzó hacia la concentración.
Finalmente, las reformas pensionales tuvieron efectos limitados en los mercados de capitales y en el crecimiento en la mayoría de los países en desarrollo.
El informe indica que la privatización de las pensiones se puede revertir rápidamente, en tan solo unos pocos meses. Para aquellos países que están considerando reconstruir sus sistemas públicos de pensiones, hay 11 pasos principales: