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¿Están los auditores a un paso de ser reemplazados por los robots?

Desde el punto de vista de las llamadas “big four”, la tecnología no sustituirá la labor de los auditores, pero sí les ayudará a elevar la calidad de su trabajo. Además, siempre se necesitará a alguien para programar la máquina, guiar la inteligencia artificial y ofrecer experiencia como base para aprender.

Fecha de publicación: 15 de agosto de 2019
¿Están los auditores a un paso de ser reemplazados por los robots?
Este artículo fue publicado hace más de un año, por lo que es importante prestar atención a la vigencia de sus referencias normativas.

Desde el punto de vista de las llamadas “big four”, la tecnología no sustituirá la labor de los auditores, pero sí les ayudará a elevar la calidad de su trabajo. Además, siempre se necesitará a alguien para programar la máquina, guiar la inteligencia artificial y ofrecer experiencia como base para aprender.

La llamada cuarta revolución industrial también le está pisando los talones a los auditores, motivo por el cual las llamadas big four (KPMG, Deloitte, PwC y EY) ya se han puesto manos a la obra desde años atrás. En el 2016 las cuatro grandes entidades del sector introdujeron la robótica de forma sistemática en la elaboración de informes de auditoría, con un sistema de aplicaciones dotadas de inteligencia artificial para mejorar el tratamiento masivo de datos.

Desde el punto de vista de Germán de la Fuente, socio director de auditoría de Deloitte España, la tecnología nunca podrá sustituir al auditor, pero sí ayudarle a elevar la calidad y el alcance de su trabajo. Para él, en todas las áreas de revisión donde existan muchas transacciones la tecnología aumentará la seguridad y optimizará el trabajo. Sin embargo, donde el juicio y la subjetividad sean los valores diferenciales, la tecnología no podrá reemplazar la mano humana.

«El desembarco de los robots en el sector aumentará el valor que el auditor presta a la entidad supervisada. Así, en el caso de la supervisión de las cuentas de unos grandes almacenes estas herramientas permiten auditar las ventas en cada una de las tiendas y de las cajas y no solo en una selección de ellas», afirma en El País de España.

“ la automatización ya está haciendo auditorías más rápidas, más inteligentes y reduciendo el riesgo de error”

El punto de vista de PwC es que la automatización ya está haciendo auditorías más rápidas, más inteligentes y reduciendo el riesgo de error. Las pruebas detalladas de transacciones hacen que el proceso sea mucho menos manual y reducen enormemente el tiempo dedicado. El uso de drones en la auditoría también está brindando eficiencias.

Gilly Lord, jefe de estrategia de auditoría y transformación de PwC explica que hay una serie de tecnologías emergentes como la inteligencia artificial, la generación de lenguaje natural y la realidad virtual, que tienen el potencial de aumentar la auditoría y brindar beneficios a las empresas. Pero él se pregunta: ¿dónde deja eso a los auditores humanos?

«Al operar con un conjunto claro de parámetros programables y confiando en la lógica, las máquinas brindan una comodidad mucho mayor al procesar datos. Pero siempre se necesitará a alguien para programar la máquina, guiar la inteligencia artificial y ofrecer experiencia como base para aprender», afirma.

En el caso de KPMG, la firma ha realizado alianzas con empresas tecnológicas para que la acompañen en este camino. De la mano de IBM, ha adoptado el programa Watson de procesamiento masivo de diferentes fuentes de datos a una velocidad superior al cerebro humano. Y junto a Microsoft llevan estos servicios a la nube. Para esto, la compañía ha desplegado un plan a cinco años, en el que ha invertido 1.000 millones de dólares.

Rafael Páez, responsable de los servicios de supervisión de cuentas en EY España, considera que el proceso de incorporación de las nuevas tecnologías, particularmente la robótica, se encuentra en desarrollo. Esta firma lanzó su programa al respecto en 2010, y en este ha invertido 500 millones de euros. Hasta el momento lo han aplicado a unos 10.000 clientes.

«De la mano de la tecnología se opera en las distintas fases de elaboración del informe de auditoría. En la planificación, para anticipar riesgos, la ejecución y cierre, donde analizan todas las transacciones procesadas por un negocio. Una cantidad tan grande de datos que superaría a la mente humana. Y solo puede ser procesada por la mente de un ordenador», explica Páez.

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