Para la OCDE, 70 % de ingresos se derivan del impuesto a la renta de personas naturales, mientras en Colombia la cifra alcanza el 19,1 %.
Colombia presenta una de las tasas de renta corporativa más altas frente a sus pares.
El recaudo tributario es mayor en países donde es más fácil pagar impuestos.
Para la OCDE, 70 % de ingresos se derivan del impuesto a la renta de personas naturales, mientras en Colombia la cifra alcanza el 19,1 %.
Colombia presenta una de las tasas de renta corporativa más altas frente a sus pares.
El recaudo tributario es mayor en países donde es más fácil pagar impuestos.
La estructura tributaria de Colombia dice mucho sobre el bajo nivel de recaudo, de la dependencia excesiva del IVA y del hecho de que la carga tributaria recae en muy pocos de forma desproporcionada. Este es uno de los argumentos expuestos por el Centro de Estudios Económicos Anif en su informe Las razones que hacen necesaria una reforma fiscal.
En dicho análisis, para determinar qué tan atípico es el país en su forma de recaudar ingresos tributarios, la entidad realiza un comparativo con diferentes países de la región y del mundo con niveles de desarrollo similares o superiores al nuestro.
Lo anterior da luces sobre los puntos débiles que deben ser corregidos con mayor urgencia, así como los temas en los que hay un buen funcionamiento y un espacio para mejorar.
El recaudo tributario de todos los niveles del Gobierno en 2019 alcanzó 19,7 puntos del PIB, aproximadamente 200 billones de pesos, una cifra muy lejana del promedio de la OCDE (34 %), y por debajo de Chile y otros países de la región.
«Lo que Colombia recauda en impuesto a la renta es financiado mayoritariamente por personas jurídicas. El país está muy por debajo del promedio de la OCDE, e incluso de países como Chile, en cuanto al peso relativo del impuesto a la renta de las personas naturales», analiza Anif.
De esta forma se ve cómo vamos en contravía del resto de países en ese aspecto.
Para la OCDE, se observa que el 70 % de los ingresos tributarios se derivan del impuesto a la renta de personas naturales, mientras en Colombia esa cifra alcanza el 19,1 %.
Otro de los aspectos en los que el país está mal parado es el de las altas tasas del impuesto de renta a las empresas. Al respecto, Colombia presenta una de las tasas de renta corporativa más altas frente a sus pares, aun después del proceso de reducción de las tarifas y sobretasas de los últimos años,
Este es un tema crucial para Colombia por dos razones: primero, porque la gran mayoría de las empresas en Colombia son micro, pequeñas y medianas (más del 90 %) y muchas de ellas nunca van a generar ingresos netos suficientes para pagar esos impuestos; por eso prefieren operar en la informalidad.
Segundo, porque es en las empresas, de todos los tamaños, donde se genera empleo y, por ende, ingresos para los hogares. «Tasas tan altas lo que realmente logran es reducir la generación de empleo», afirma Anif.
Por último, en Colombia pagar impuestos es una labor compleja. Esto es así porque se han efectuado muchas reformas pequeñas que no han generado un impacto significativo, pero sí han distorsionado el sistema mediante la coexistencia de diferentes figuras tributarias.
Eso es problemático porque, en promedio, el recaudo es mayor en países donde es más fácil pagar impuestos.
Anif registra que en el ranking de Paying Taxes 2020, que evalúa qué tan fácil es pagar los impuestos en cada sistema tributario asignando un puntaje de 0 (muy difícil) a 100 (muy fácil), de 189 economías, Colombia está en el puesto 148, con una calificación de 58,6/100.
Esa situación también se refleja en el desempeño en el ranking de Tax complexity, que asigna una calificación entre 0 (no complejo) y 1 (extremadamente complejo) al sistema de pagos del impuesto de renta de personas jurídicas, según la dificultad del código y el marco tributario.
En este último ranking el país ocupó el puesto 99/100 al obtener una calificación de 0,52, lo que refleja que no solo es muy alta la incidencia del impuesto de renta sobre las empresas, sino que además estas se enfrentan a un sistema de pago muy complejo.
«Creemos que esas evaluaciones objetivas, hechas por terceros, no dejan ninguna duda sobre la gravedad del problema», advierte la entidad.