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«Gobierno debería dirigir subsidios a empresas que pasan de la informalidad a la formalidad»

David Forero afirma que una política exitosa de reconversión laboral es un mecanismo eficaz para sacar a los trabajadores de la informalidad.

Para él, se deben diseñar mecanismos donde se organicen las competencias y ocupaciones que declaran los trabajadores, con las que demandan las empresas.

Fecha de publicación: 25 de enero de 2021
«Gobierno debería dirigir subsidios a empresas que pasan de la informalidad a la formalidad»
Este artículo fue publicado hace más de un año, por lo que es importante prestar atención a la vigencia de sus referencias normativas.

David Forero afirma que una política exitosa de reconversión laboral es un mecanismo eficaz para sacar a los trabajadores de la informalidad.

Para él, se deben diseñar mecanismos donde se organicen las competencias y ocupaciones que declaran los trabajadores, con las que demandan las empresas.

David Forero, economista con maestría en Administración Pública en el London School of Economics y candidato a PhD en Historia Económica en la Universidad Carlos III de Madrid e investigador en Fedesarrollo afirma en entrevista con Actualícese que, con motivo del posicionamiento del trabajo en casa, es necesario que el Gobierno publique directrices que pongan límites a esta modalidad.

¿Subsidios como el Paef y el PAP se han quedado cortos? ¿Qué otras estrategias se pueden implementar para proteger empleos?

Aunque los subsidios Paef y PAP son necesarios para ayudar a mantener el nivel de empleo formal en la economía colombiana, en realidad se limitan solo a los trabajadores formales, y muchos de estos subsidios se concentran en las grandes empresas.

Son precisamente estas empresas que pueden manejar su capital de trabajo para poder pagar algunos meses de salarios sin alterar su viabilidad financiera.

Lo anterior implica que estas herramientas no inciden en el bienestar de los trabajadores informales, donde se concentran los bajos ingresos y la vulnerabilidad socioeconómica.

Para atenuar este problema, en primer lugar, el Gobierno nacional debería concentrar los subsidios de nómina en las micro, pequeñas y medianas empresas, y no subsidiar grandes empresas, que pueden llegar a absorber una buena proporción del presupuesto público.

Segundo, no solo subsidiar a las empresas que ya son formales, sino especialmente a aquellas que, siendo informales, transitan a la formalidad durante 2020 o 2021, y así “de premio” se les otorga el subsidio a la nómina.

¿Se debe acelerar la reglamentación del trabajo en casa para que los empleados cuenten con garantías laborales?

Sí, debe haber reglas claras para el trabajo en casa. Muchas empresas asumieron que, al no estar en la oficina, sino trabajando desde los hogares, los trabajadores ahora están disponibles durante cualquier hora del día, lo que en muchos casos ha terminado afectando la calidad de vida de los trabajadores virtuales.

Aunque regulaciones obligatorias, en el caso del trabajo en casa, son más difíciles de hacer cumplir, sí es necesario que el Gobierno publique directrices que pongan límites a esta nueva forma de trabajo que, por lo visto, nos va a acompañar ahora, de manera permanente en algunos casos.

De la mano del trabajo en casa está la flexibilización laboral. ¿Cómo se debe adecuar a las circunstancias actuales para que la relación empleador-empleado funcione?

No deberíamos migrar hacia el concepto de flexibilidad laboral, que tiene unas concepciones negativas entre los trabajadores, sino al de flexiguridad, en el cual se garantizan los derechos laborales en entornos más flexibles.

¿De qué forma se pueden comenzar a reducir las cifras de desempleo enfocándose en las mujeres y los jóvenes?

Esta es una de las deudas que dejan las políticas de reactivación económica planteadas por el Gobierno. Ante una crisis que ha golpeado más duro a los puestos de trabajo de las mujeres, los sectores en los que se ha enfocado la reactivación económica (infraestructura y vivienda) son mayoritariamente masculinos.

Hay una deuda del Gobierno por pensar en cómo remunerar mejor las actividades más femeninas, y en particular cómo se puede comenzar a remunerar la economía del cuidado.

¿Cómo se debe fortalecer la búsqueda de empleo formal y de calidad, por ejemplo, a través del Servicio Público de Empleo?

Esta es la línea que debe seguir el Gobierno: diseñar mecanismos y plataformas en donde se organicen sistemáticamente las competencias y ocupaciones que declaran los trabajadores, con las que demandan las empresas.

El Servicio Público de Empleo es una plataforma que recoge toda la información, pero faltan los mecanismos públicos que actúen de manera proactiva para mejorar el empalme entre la fuerza laboral y las demandas del sector productivo.

Lo anterior se llama reconversión laboral. La idea es capacitar a los trabajadores de los sectores que han sufrido pérdidas a raíz de la pandemia en competencias que requieran los sectores más dinámicos, que muchas veces no son habilidades específicas, sino competencias blandas y transversales que simplemente le brinden una mayor capacidad de adaptabilidad a los trabajadores.

Muchos trabajadores que estaban en la formalidad para ingresar al mercado laboral han tenido que ingresar al mundo informal. ¿Cómo se puede revertir esta situación?

Como ya lo dije anteriormente, en lugar de subsidiar grandes empresas formales, lo que tiene que hacer el Gobierno es dirigir estos recursos a premiar, a través de subsidios a la nómina, a aquellas empresas que pasan de la informalidad a la formalidad, con el fin de cambiar el equilibrio entre los dos mercados.

Por otra parte, una política exitosa de reconversión laboral se convierte en el mecanismo más eficaz para sacar a los trabajadores de la informalidad y conectarlos con las necesidades de capital humano de las empresas formales.

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