Anif propone implementar una tarifa del 10 % a las pensiones mayores a $6.000.000.
43.000 personas pagarían el impuesto que generaría un recaudo anual de 428.000 millones de pesos.
Para el Gobierno, solo las mesadas pensionales superiores a 7 millones de pesos empezarían a contribuir bajo renta.
Anif propone implementar una tarifa del 10 % a las pensiones mayores a $6.000.000.
43.000 personas pagarían el impuesto que generaría un recaudo anual de 428.000 millones de pesos.
Para el Gobierno, solo las mesadas pensionales superiores a 7 millones de pesos empezarían a contribuir bajo renta.
En su Comentario Económico del Día, La importancia del proyecto de ley de solidaridad sostenible, Anif plantea que los subsidios a las pensiones son altamente regresivos al concentrarse en los deciles más altos de la distribución del ingreso.
Por lo anterior, gravar las pensiones altas es un primer paso para la necesaria reforma pensional que garantice un sistema coherente de protección a la vejez en el país. Opina la Anif:
Consideramos que ya es hora de corregir la mala focalización de los subsidios pensionales y redirigirlos a programas sociales. A pesar de que lo que proponemos desde ANIF con respecto a gravar las pensiones dista de lo que quedó consignado en el proyecto de ley de reforma tributaria presentado, consideramos que el Gobierno nacional se mueve en la dirección correcta al considerar este aspecto.
En este tema, la Anif propone implementar una tarifa de 10 % a las pensiones mayores a 6 millones de pesos, que corresponden al percentil 90 de la distribución del ingreso per cápita por hogar.
Así, alrededor de 43.000 personas pagarían el nuevo impuesto y se generaría un recaudo anual de 428.000 millones de pesos (0,04 % del PIB).
Mauricio Santamaría, presidente de la Anif, opina sobre el tema:
Me parece excelente gravarlas desde un nivel más bajo del que hay ahora porque hoy el recaudo por eso es cero, y las pensiones sí deben tener algún tipo de solidaridad porque están muy subsidiadas.
En el proyecto de reforma tributaria que el Gobierno solicitó retirar este domingo 2 mayo, se había incluido una propuesta que ha generado un poco más de debate debido, según el juicio de Anif “a falta de claridad en la redacción del artículo». El artículo 63 del proyecto de ley plantea modificar el artículo 206 del Estatuto Tributario –ET–, en el cual se definen las rentas exentas del pago al impuesto de renta.
Así, las primeros 1.600 UVT anuales de renta estarían exentos del pago del impuesto. Ahora bien, en los artículos 330 y 337 del ET se establece la determinación cedular del ingreso de las personas naturales (incluyendo la cédula de pensiones) y el ingreso base gravable de la cédula de pensiones, respectivamente.
Así las cosas, teniendo en cuenta que los aportes a salud y los primeros 4,8 millones de pesos están exentos del pago del impuesto de renta, solo las mesadas pensionales superiores a los 7 millones de pesos serían las que empezarían a contribuir bajo el esquema de pago de renta con las tarifas marginales propuestas por el Gobierno, explica la entidad.
Recientemente, la Procuraduría General de la Nación denunció la inconstitucionalidad e inconveniencia que tendría gravar con impuesto sobre la renta a las pensiones de más de 4,8 millones de pesos.
Desde el punto de vista de la entidad, luego de estudiar lo planteado por el artículo 63 del proyecto de ley de la reforma tributaria, “no es un buen precedente porque desincentiva el ahorro pensional y va en contra de la generación de empleo”.
Este nuevo impuesto implicaría una doble tributación al pensionado y afectaría el valor intrínseco de la pensión y del ingreso de al menos 2,3 millones de pensionados que hay en el país.
Para Marcelo Duque, director del sitio web Cómomepensiono, pensar en gravar a los pensionados no es adecuado, partiendo de la realidad que enfrentan. Así lo argumenta en el diario El País. Para él, si se llegara a aprobar la propuesta, se reduciría el ingreso de los pensionados hasta en un 80 % como resultado de la diferencia entre el salario y la mesada.
De igual forma, se incrementaría el costo de la EPS para el nuevo pensionado, pues pasaría de pagar el 4 % de su salario de cotización que pagaba cuando era empleado a asumir el 12 % del valor de la mesada. Marcelo Duque explica lo siguiente:
También si la empresa donde trabajaba le subsidiaba una parte del plan complementario de salud, al retirarse de la misma, deberá pagar el 100 % del costo de la póliza. Además, por la edad se incrementa la necesidad de medicamentos, por tanto, deberá destinar mayor cantidad de dinero para la compra de los mismos, porque en muchos casos no son cubiertos por la EPS.
Finaliza diciendo que durante toda la vida previa a la pensión la persona pagó impuestos descontados de su nómina; por lo tanto, «no es justo para una persona en su edad adulta, que su única o principal fuente de ingreso sea gravado».