16 empresas en las que el Estado tiene participación accionaria constituyen el Grupo Financiero Bicentenario, creado con el Decreto 2111 de 2019.
Según el ministro de hacienda, este no afectará los derechos laborales, ni desvinculará trabajadores; tampoco busca remitir dineros al sector privado.
16 empresas en las que el Estado tiene participación accionaria constituyen el Grupo Financiero Bicentenario, creado con el Decreto 2111 de 2019.
Según el ministro de hacienda, este no afectará los derechos laborales, ni desvinculará trabajadores; tampoco busca remitir dineros al sector privado.
El 25 de noviembre de 2019, a través del Decreto 2111 de 2019, el Gobierno constituyó formalmente el conglomerado Grupo Financiero Bicentenario, compuesto por 16 empresas en las que el Estado tiene participación accionaria, lo que lo convierte en el tercer holding financiero más grande de Colombia.
Colombia ya cuenta con dos conglomerados, a saber, el del Grupo Aval y el de Bancolombia.
Al respecto, el ministro de hacienda, Alberto Carrasquilla, ha dicho que este conglomerado:
En la presentación del Grupo Financiero Bicentenario Carrasquilla dijo que [pq]no se afectarán los derechos laborales, ni implicará desvincular trabajadores; tampoco se busca remitir dineros al sector privado y mucho menos la quiebra de las entidades[/p].
“Quiero mandar un mensaje de tranquilidad a los empleados de las entidades que harán parte del Grupo Bicentenario: sus puestos de trabajo no se verán afectados con la creación de este conglomerado, ni se afectarán sus condiciones laborales”, dijo a los medios de comunicación.
Cabe recordar que el 7 de febrero de 2019 entró en vigor la Ley 1870 de 2017 o Ley de conglomerados financieros, con la cual la Superfinanciera contará con muchas más herramientas para supervisar los 13 conglomerados financieros identificados por la entidad, de los cuales cinco son locales y ocho son extranjeros.
La ley fortalece la regulación y supervisión de los conglomerados o grupos financieros en el país, e implementa nuevas herramientas para que los procesos de liquidación de las entidades financieras sean más eficientes. De igual forma, brinda a la Superfinanciera más herramientas de control sobre los grupos financieros y sus sociedades propietarias, incluso si estas no realizan directamente actividades financieras.