El deterioro de cartera reconocido de acuerdo con el modelo de pérdida incurrida suele ser distinto al que se acepta para efectos fiscales. La diferencia entre el valor contable y fiscal de esta partida genera, en la mayoría de los casos, un impuesto diferido. Explicamos su tratamiento.
El deterioro de cartera reconocido de acuerdo con el modelo de pérdida incurrida suele ser distinto al que se acepta para efectos fiscales. La diferencia entre el valor contable y fiscal de esta partida genera, en la mayoría de los casos, un impuesto diferido. Explicamos su tratamiento.