Javier Ávila explica que las clases sociales más expuestas al IVA son las más vulnerables.
Las devoluciones de IVA no solo son complicadas, pueden generar focos de evasión y hasta corrupción.
La regresividad de este impuesto puede ser atenuada con su devolución a los más necesitados.
Javier Ávila explica que las clases sociales más expuestas al IVA son las más vulnerables.
Las devoluciones de IVA no solo son complicadas, pueden generar focos de evasión y hasta corrupción.
La regresividad de este impuesto puede ser atenuada con su devolución a los más necesitados.
Javier Ávila Mahecha, magíster en economía de la Universidad Nacional de Colombia, docente e investigador de la misma en el Centro de Investigaciones para el Desarrollo, afirma en #CharlasConActualícese que el sistema tributario nacional recauda poco en comparación con las tarifas generales de los impuestos.
Desde su punto de vista, la evasión y los tratamientos tributarios especiales restringen el tamaño de la base:
Además, impuestos como el de renta para personas naturales, patrimonio y dividendos, son tributos imperfectos y de precario alcance para soportar la progresividad del sistema. En conclusión, se deben realizar cambios al sistema tributario.
Para este magíster en Hacienda Pública del Instituto de Estudios Fiscales de España, cuando se discuten reformas tributarias relucen problemas:
Son cortoplacistas, es decir, que se hacen para obtener los recursos faltantes a corto plazo, y de esta forma se pierde de vista el norte de una reforma de este tipo, como es a largo plazo.
Otro defecto es que las reformas tributarias son segmentadas porque cada quien intenta ganarse un beneficio tributario, sin notar que de esta forma se daña todo el entorno. «Los canales para escuchar el clamor de la sociedad no están lo suficientemente abiertos», explica.
Otro problema es la multifuncionalidad, porque a veces a la tributación se le exige demasiado y la tributación no puede responder de forma suficiente a todo lo que se pide. De igual forma es excluyente, se centra en grupos cerrados que hacen propuestas y no se escucha a todos:
Finalmente, las discusiones de las reformas tributarias se dan en un escenario de desinformación. Se le debe explicar al contribuyente, por ejemplo, en qué consiste la cultura tributaria para que los ciudadanos se den cuenta de la importancia de los impuestos y para qué sirven.
Según Ávila Mahecha, hay que enfocarse en la eficiencia, la progresividad y la equidad. «Hay que eliminar las disposiciones que hacen complejo el sistema y no aportan significativamente en la ruta deseada».
Para lograr lo anterior, indica la necesidad de consultar la realidad del país, así como evaluar integralmente las implicaciones de las propuestas sustentadas en fundamentos teóricos y técnicos.
Además, se deben medir los avances diseñando una metodología pública y técnica; que el Gobierno presente informes periódicos donde indique los avances o retrocesos respecto del norte trazado.
Sobre el IVA, un impuesto que generó controversia en el proyecto de ley de reforma tributaria afirma que la sociedad siempre ha chocado contra las diversas propuestas que se hagan alrededor de este impuesto:
El IVA es un impuesto regresivo y no se le puede pedir una naturaleza diferente. Este recae sobre los gastos y el consumo. Las clases sociales más vulnerables son las que más gastan y las que cuentan con ingresos altos, en cambio, tienen capacidad de ahorro.
Explica que es regresivo porque entre más ingresos se tienen el aporte al IVA es menor, situación contraria a lo que ocurre cuando se tienen menores ingresos. Recalca que el IVA recae sobre el consumo de bienes y servicios:
Siempre ha habido una férrea defensa para que a los bienes y servicios de la canasta familiar no se les aplique IVA. Hoy, una familia promedio en Colombia invierte $115.000 en IVA, y con la propuesta de la reforma tributaria la cifra se hubiera incrementado en unos $22.000.
Tiene claro que el IVA es un impuesto indirecto y regresivo, pero su regresividad se puede atenuar con la devolución a los más necesitados. «Lo que se obtenga en recaudo de IVA bien se puede focalizar en las familias más vulnerables», afirma.
Ávila Mahecha opina que, en condiciones ideales, si todo estuviera gravado en Colombia con una tarifa de IVA del 19 %, el recaudo sería el 19 % del PIB. Sin embargo, en Colombia, el recado es del 6 %. «La brecha es enorme», dice.
¿En dónde están los 13 puntos restantes?
La respuesta está en las perforaciones causadas por la evasión y las causadas por las exenciones. Buena parte de la evasión se explica porque nuestro IVA no es tan sencillo como en el diseño original.
Para él, las devoluciones de IVA son complicadas y pueden generar focos de evasión y hasta corrupción. Se debería promover un IVA de base general, amplia, sin exclusiones, sin exenciones. Lamentablemente el impacto que tiene esto es que hay un impacto regresivo sobre la población. «Sin embargo, tengo la impresión de que desde la Dian se vienen haciendo esfuerzos para reducir la evasión en IVA y renta», concluye.