Las administraciones tributarias cada vez utilizan más el big data para ser más eficientes y eficaces.
El big data en Estados Unidos se usa para combatir el fraude fiscal, y en España para identificar contribuyentes que podrían defraudar el fisco.
El objetivo final es que los Gobiernos se digitalicen.
Las administraciones tributarias cada vez utilizan más el big data para ser más eficientes y eficaces.
El big data en Estados Unidos se usa para combatir el fraude fiscal, y en España para identificar contribuyentes que podrían defraudar el fisco.
El objetivo final es que los Gobiernos se digitalicen.
Alfredo Collosa, contador público, licenciado en Administración de Empresas y tutor virtual del Centro Interamericano de Administraciones Tributarias –CIAT–, afirma en Uso de big data en administraciones tributarias que hoy las organizaciones están inundadas de datos y las administraciones tributarias –AATT– no escapan de ello.
Por lo anterior, cada vez más utilizan diversas tecnologías como el big data para ser más eficientes y eficaces en la búsqueda de sus objetivos:
Los conceptos de big data, análisis de datos e inteligencia artificial no son nuevos, pero algunos avances tecnológicos de los últimos años han hecho posible su uso intensivo en las empresas y en la administración pública, además de tener una influencia positiva en las AATT.
El objetivo del big data es crear valor y este se encuentra en gran medida en la capacidad analítica. La cuestión es, explica Collosa, ser capaces de preguntarles a los datos de tal manera que la información recopilada pueda dar las respuestas necesarias para entender lo que sucede, por qué sucede y hasta lo que podría suceder. Estas variantes son lo que se conoce como análisis predictivo, descriptivo y prescriptivo.
En Estados Unidos, el IRS usa big data para combatir el fraude fiscal. Una de las estrategias que se emplean, la minería de datos de las redes sociales, se utiliza para demostrar que las personas están viviendo un estilo de vida más próspero que sus registros de impuestos, y esto ahorra con éxito 300.000 millones de dólares de impuestos perdidos cada año.
En Reino Unido, el HMRC desarrolló, desde 2017, el sistema Connect. Este sistema informático de minería de datos de software de análisis de redes sociales cruza los registros de impuestos de empresas y personas con otras bases de datos para establecer actividades fraudulentas.
El software combina herramientas analíticas, recopila la información e implementa análisis predictivos similares a la calificación crediticia, y tiene evaluación comparativa dinámica. Busca la correlación del ingreso con el estilo de vida, realizando comparaciones con modelos estadísticos multivariados.
En España, AEAT utiliza el big data para rastrear a las personas adineradas que pretenden residir en el extranjero para efectos fiscales.
La AEAT ya realizaba labores de control específicas para determinar dónde residen grandes patrimonios, a través del rastreo de información como gastos en establecimientos o relaciones familiares. Gracias al big data la AEAT cuenta con una herramienta ad hoc para cruzar cerca de 70 fuentes distintas de información y seleccionar a los contribuyentes con patrimonios relevantes que podrían estar defraudando al fisco.
La administración tributaria también puso en marcha un proyecto que trata de reducir los errores del contribuyente al presentar sus declaraciones, en línea con las estrategias internacionales y técnicas dirigidas a alentar y fomentar un comportamiento fiscal correcto.
Al respecto, reflexiona Collosa:
Estoy convencido que el big data, entre otras modernas tecnologías, han llegado para quedarse y su uso continuará potenciándose tanto en el sector público como en el privado. Sin embargo, será necesario analizar cada caso particular, considerando el contexto de cada administración tributaria, la posible aplicación y sus beneficios y costos.
Su recomendación es analizar las mejores prácticas del campo y luego ver qué problema hay por resolver, para identificar qué trabajo manual se puede eliminar o aumentar a través de la tecnología, y qué información adicional se puede generar desde la máquina.
Como ocurre con cualquier proyecto de las TIC, para aumentar las posibilidades de éxito, las máximas autoridades de las AATT deben participar desde el principio y seguir de cerca su implementación:
Todo este proceso de digitalización de las AATT, incluyendo la adopción de nuevas tecnologías como el big data, no debería realizarse en forma aislada, sino que debería integrarse a la digitalización de los países, dentro del concepto de gobierno digital.