Comité de auditoría: composición, efectividad y fortaleza de la función financiera
A menudo no hay una educación formal para los miembros del comité de auditoría. Incluso se presentan casos donde nunca interactúan con los auditores, lo que atenta contra el buen desarrollo de sus encargos. Se debe buscar la eficiencia y efectividad en el trabajo de los miembros del comité.
A menudo no hay una educación formal para los miembros del comité de auditoría. Incluso se presentan casos donde nunca interactúan con los auditores, lo que atenta contra el buen desarrollo de sus encargos. Se debe buscar la eficiencia y efectividad en el trabajo de los miembros del comité.
El 19 de septiembre de 2019 publicamos el artículo Transparencia y comunicación clara, factores para que un comité de auditoría sea efectivo según IFAC, en el cual abordamos dos de los cinco factores que se tocan en el artículo 5 factores clave para mejorar la efectividad del comité de auditoría, publicado por la IFAC el 9 de septiembre de 2019.
La entidad ha explorado formas de mejorar la efectividad del comité de auditoría, y ha identificado cinco factores clave. A continuación, describimos detalladamente los tres puntos faltantes en nuestro análisis.
Composición del comité: habilidades, competencias y experiencia
Asegurar la composición correcta del comité de auditoría es vital, pero puede ser un desafío. “Generalmente debe haber al menos un miembro con conocimientos financieros. Esto puede suponer una gran carga para una persona si es la única en el comité de auditoría que tiene informes financieros y experiencia en contabilidad”, indica la IFAC.
La diversidad de la experiencia, esta y sus perspectivas, así como el conocimiento de la industria, también son importantes, particularmente dados los mandatos cada vez más amplios de los comités de auditoría, más allá de la supervisión de la información financiera.
Los miembros del comité de auditoría necesitan un desarrollo y educación continuos para mantenerse actualizados sobre los problemas que les interpelan, pero a menudo no hay educación formal para ellos, e incluso se presentan casos donde los miembros del comité nunca interactúan con los auditores.
“Los programas de capacitación, orientación y otras herramientas de apoyo son esenciales para garantizar que el comité de auditoría mantenga el conocimiento de los desarrollos relevantes en la contabilidad y los informes corporativos, así como las nuevas tecnologías y su impacto en el negocio y el futuro de la auditoría”, indica la publicación.
Buscando la eficiencia y efectividad en el trabajo
Con una mayor carga de trabajo y una gran complejidad de riesgos, el comité de auditoría necesita eficiencia y efectividad en sus labores para garantizar que pueda cumplir con éxito con sus responsabilidades de supervisión. Se debe entonces:
- Tener términos de referencia bien definidos, que establezcan un alcance claro de las responsabilidades, términos ampliamente entendidos por los miembros del comité de auditoría, así como por la junta, el gerente financiero y esta área.
- Coordinación entre el auditor, el comité de auditoría y el auditor interno, para evitar esfuerzos duplicados, un mayor costo y una efectividad deficiente.
- Frecuencia y eficiencia apropiadas a propósito de las reuniones, con agendas enfocadas, que permitan contar con suficiente tiempo y atención para una discusión en profundidad sobre áreas críticas, así como flexibilidad para agregar otros elementos a medida que surjan.
- Entregar a los miembros del comité de auditoría un resumen antes de las reuniones, donde se describan las áreas clave de enfoque para la discusión.
- Realizar una llamada o reunión preparatoria entre el presidente del comité de auditoría y el auditor antes de cada reunión del comité.
Fortaleza de la función financiera
La función financiera es responsable de producir información confiable y auditable para su divulgación externa. Por lo tanto, la fortaleza de esta función es fundamental para apoyar el papel de supervisión del comité de auditoría, que puede verse severamente inhibido por una función financiera débil, cuyo jefe carezca de capacidad, experiencia o liderazgo efectivo.
“Las consideraciones para el comité de auditoría incluyen si la función financiera cuenta con el personal y los recursos adecuados, tiene personas adecuadamente calificadas en puestos clave, y si tiene apoyo para su desarrollo continuo”, indica la IFAC.
Para maximizar el valor de la función financiera en el negocio, las organizaciones necesitan mecanismos que les posibiliten evaluar su efectividad y apoyar su desarrollo. En última instancia, esta responsabilidad recae en la junta, pero también puede delegarse a un comité de la junta, como el comité de auditoría.