Este artículo fue publicado hace más de un año, por lo que es importante prestar atención a la vigencia de sus referencias normativas.
Para Pedro Preciado, Gustavo Roa, Boris Forero y Gabriela Monroy, socios de auditoría de KPMG, el contador siempre ha caminado junto a las NIA. Aun así, su aplicabilidad laboral depende de las firmas locales o internacionales de contadores, quienes han ejercido como revisores fiscales y auditores.
En nuestro editorial Academia debe involucrarse más en la actualización de Estándares Internacionales de Auditoría, del 17 de octubre de 2019, Pedro Preciado, Gustavo Roa, Boris Forero y Gabriela Monroy, socios de auditoría de KPMG Colombia, profundizan en diversos puntos relacionados con las NIA y su aplicabilidad en nuestro país. Continuamos ampliando el tema bajo la guía de este grupo de profesionales.
De la mano de la Ley 1314 de 2009 se regularon los principios y normas de contabilidad e información financiera y de aseguramiento de información aceptados en Colombia. Sin embargo, el foco de atención entonces era la adopción de las Normas Internacionales de Información Financiera, y fue solo hasta seis años después que, con el Decreto 0302 de 2015, se reglamentó el marco técnico normativo para la normas de aseguramiento, respondiendo a las inquietudes de las agremiaciones de contadores y del público en general.
Esas inquietudes cuestionaban cómo era posible que el marco de referencia de información financiera fuera internacional y el de auditoría únicamente local, ya que si bien el ambiente económico exige prácticas financieras adecuadas, también los procesos de auditoría brindan confianza en los mercados.
“Una vez adoptadas las NIA en Colombia, inicia el principal reto para los contadores públicos de conocerlas a un nivel de profundidad que permita aplicarlas adecuadamente, dadas las circunstancias de cada organización, lo cual abarca desde la aceptación del encargo de auditoría, mantenimiento de requerimientos de éticas e independencia, asignación de equipo de trabajo con experiencia y alto grado de juicio y escepticismo profesional e identificación de riesgos a nivel de aseveración y de estados financieros”, explican los socios de auditoría de KPMG.
Este proceso debe contar con revisiones de control de calidad que permitan que las conclusiones alcanzadas se mantengan en todo momento supervisadas, controladas y documentadas, ya que de cara a los reguladores también debe existir evidencia del trabajo realizado.
El marco requiere que la comunicación e interacción con el cliente sean permanentes. Se rompe el paradigma de que el auditor o revisor fiscal llega a las compañías finalizando el año, desarrolla su trabajo y emite un informe.
“El nuevo marco requiere que el auditor conozca el negocio del cliente, identifique los riesgos, comunique el alcance del trabajo, genere una relación de confianza en la que mantenga su independencia; logrando que la alta dirección perciba un cambio en el estilo y la profundidad del trabajo”, afirman Preciado, Roa, Forero y Monroy.
Sin duda, el primer requerimiento para el profesional es involucrarse en el conocimiento de la norma, en razón a que va a necesitar argumentos para explicarle al cliente las modificaciones en el alcance de su trabajo y los riesgos que asumiría por la inadecuada aplicación de las regulaciones, y cómo estos riesgos podrían afectar a la compañía; así como comunicarle cuáles son sus responsabilidades dentro del proceso de auditoría.
El contador público, en su formación académica, siempre ha estado acompañado de las NIA. No obstante, su aplicabilidad en el campo laboral está acompañada por las firmas locales o internacionales de contadores públicos, quienes han ejercido los cargos de revisor fiscal, auditor externo o auditor interno; así como trabajos de revisión o aseguramiento.
“Lo anterior no significa que el contador público persona natural no pueda ejercer en dichos cargos, solamente que su contratación es limitada y se orienta a entidades pequeñas o microempresas”, aseguran los profesionales entrevistados.
Con el nuevo marco esta situación no cambia, pero sí les permitirá a los contadores tener una mejor orientación académica y profesional para el adecuado desarrollo de sus labores.
Sí parece ser una ventaja competitiva para las big four de auditoría prestar servicios con alta calidad en labores como la revisoría fiscal, auditoría externa, trabajos de revisión y aseguramiento, considerando que dichas entidades ya tienen estructuras de evaluación de riesgo y calidad desarrolladas internacionalmente, y se han focalizado en industrias altamente reguladas y/o especializadas como son la financiera, de petróleo, infraestructura, energía, concesiones viales, entre otras, con profesionales altamente capacitados y con experiencia, así como con metodologías implementadas en diferentes países del mundo, que hacen la diferencia.
“Para los contadores públicos independientes personas naturales, así como las firmas de contadores locales les surge un nuevo reto y es que necesitan estar a la altura de la normatividad, adquirir experiencia y establecer o fortalecer sus estructuras para cumplir los nuevos requisitos de riesgo, independencia y calidad”, concluyen.
Fundada en el año 2000 con la misión de “elevar el nivel profesional del Contador Público”
