Luis Henry Moya, Leonardo Varón y Wilmar Franco, miembros del Consejo Técnico de la Contaduría Pública –CTCP– comparten sus puntos de vista sobre el vínculo que existe actualmente entre los contadores y la tecnología, así como el perfil de estos de la mano de los Estándares Internacionales.
Luis Henry Moya, Leonardo Varón y Wilmar Franco, miembros del Consejo Técnico de la Contaduría Pública –CTCP– comparten sus puntos de vista sobre el vínculo que existe actualmente entre los contadores y la tecnología, así como el perfil de estos de la mano de los Estándares Internacionales.
Luis Henry Moya Moreno, contador público, especialista en auditoría internacional, revisoría fiscal y Estándares Internacionales de Información Financiera, y actual consejero del CTCP afirma que una tendencia de la nueva generación de contadores públicos es la utilización de las nuevas tecnologías.
“Sin embargo, como estamos en un proceso de transición y cambio generacional, los contadores de la vieja guardia siguen o seguimos apegados al papel y nos cuesta utilizar las nuevas herramientas”, dice.
Para él, los contadores públicos, de la mano de los Estándares Internacionales, más que reinventarse se han alineado con las prácticas internacionales y los procesos de globalización que estamos viviendo.
“Por lo anterior, el perfil del contador público en Colombia ha venido cambiando al incorporarse dentro de nuestra legislación prácticas contables que son dinámicas y están acordes con aquellas que son líderes en el mundo”, indica.
Para Leonardo Varón García, también consejero del CTCP, hoy en día los contadores públicos son amigos de las tecnologías, las aceptan y las manejan eficientemente. «Sin embargo, muchas normas legales y fiscales dificultan el manejo de software de vanguardia, debido a los fuertes requisitos existentes en la actualidad sobre soportes tributarios», dice.
Desde su punto de vista, ya que la contabilidad se encuentra dentro del grupo de las ciencias sociales, el contador responde a los cambios que ocurren en el mundo de los negocios, las finanzas y el ambiente regulatorio.
«Pese a lo anterior, continúa ocurriendo que existen dos clases de contadores: los que se viven capacitando constantemente para responder a los cambios, y aquellos que se han anclado en el conformismo y parecieran desconocer la regulación sobre el tema», critica Varón García.
Para Wilmar Franco Franco, presidente del CTCP, el hecho de que el contador público sea o no más amigo de las nuevas tecnologías depende del entorno. Para él, los requerimientos de formación de un contador profesional en el mundo están dando mayor importancia al tema de las tecnologías de la información y las comunicaciones.
«Por ello, al finalizar su etapa de formación inicial un contador público debe tener la capacidad para analizar la adecuación de procesos y controles, recomendar mejoras, aplicar las TIC para aumentar la eficiencia y eficacia de los procesos, explicar cómo las TIC apoyan el análisis de datos y la toma de decisiones, y utilizarlas para analizar datos e información, así como para comunicarse y poder influenciar a otros», explica Franco.
Franco continúa haciendo una observación: cuando el entorno es local, probablemente los programas de formación no están dando la importancia debida a esta área de competencias técnicas. Un estudio sobre los programas de formación técnica, tecnológica y profesional en las instituciones educativas del país permitiría evaluar de manera más precisa la importancia que este tema tiene en el proceso de formación de los contadores.
Concluye diciendo que el perfil del contador no se reinventa con las Normas Internacionales de Información Financiera y las Normas de Aseguramiento de la Información, sino que se reinventa cuando se consideran otras áreas de competencias técnicas que son fundamentales para el ejercicio profesional del contador en el mundo.
«En la medida en que los contadores conozcan más los Estándares Internacionales se darán cuenta de que ellos han estado incorporados en los procesos de formación en Colombia, y que las normas mencionadas son solo una parte de las competencias técnicas», indica.