Este artículo fue publicado hace más de un año, por lo que es importante prestar atención a la vigencia de sus referencias normativas.
Dicen que Colombia es terreno fértil para el emprendimiento gracias a que los gobiernos Nacional, departamentales y locales han puesto en marcha políticas que impulsan la creación de empresas.
El Índice de Emprendedores de Latinoamérica de la publicación Latin Business Chronicle señala a nuestro país como la tercera nación latinoamericana para emprendedores, teniendo en cuenta cinco factores clave que impactan en la decisión de una persona de crear empresa.
Colombia tiene el tercer más bajo costo de América Latina para iniciar un negocio (8% del ingreso per cápita), el cuarto mejor acceso a préstamos y el cuarto menor tiempo para iniciar un negocio (14 días). De igual manera, Colombia está quinta en cuanto a disponibilidad de capital de riesgo y ocupa el mismo lugar respecto del número de trámites para iniciar un negocio (9 en total).
Es así como entre enero y noviembre del 2011 se crearon 227.555 nuevas empresas en el país, pero con la Ley Antitrámites sancionada recientemente, cerca de 70 trámites inútiles que estaban restando competitividad a la industria y a la economía del país fueron identificados y puestos en cintura.
Sin embargo, al ir a la práctica del asunto parece que lo anterior no es tan cierto. Francisco Javier Castro Montalvo, Asesor y consultor financiero de VALIOS S.A.S., presenta todos los obstáculos que deben superar quienes planean establecer una pequeña empresa. Una experiencia que con el pasar de todo lo que hay que hacer se vuelve complejo y riesgoso.
«Cada vez que usted contrate a cualquier persona natural o jurídica, le corresponderá que este cumpla deberes como pagar los aportes a la seguridad social, tengan una adecuada inscripción ante el registro tributario, entre otras formalidades y obligaciones. La penalidad por no hacer cumplir a los demás los deberes que le corresponden, la asume su pequeño emprendimiento, pues sus gastos se harán no deducibles de impuestos y tendrá que tributar en mayor proporción. Es decir usted paga por no controlar que los demás cumplan», relata Castro Montalvo.
De igual manera, hay que tener presente los 31 reportes tributarios, 6 declaraciones de impuesto a las ventas, 6 declaraciones de impuesto de industria y comercio, 6 de retención ICA, 12 declaraciones de retención en la fuente y una declaración anual de impuesto de renta.
«Lo curioso es que las 18 primeras tienen como fuente de información los ingresos de la empresa, pero hay que realizarlas en diferentes formatos, con diferentes detalles, ante diferentes entidades, en diferentes fechas, con onerosas sanciones y con el único fin tributar o girar recursos apropiados de los clientes», agrega.
Según la Cámara de Comercio de Bogotá (CCB) los excesivos trámites que hay que realizar es el obstáculo más relevante a la hora de querer crear un negocio. Sin embargo, la entidad asegura que antes una persona tardaba 57 días para crear empresa y ahora sólo se demora dos, pero es consciente que es necesario simplificar los trámites con énfasis en seguridad social y el pago de impuesto.
«Se requiere un régimen simplificado para el pago de impuestos de las microempresas con un número reducido de trámites, así como la implementación de una tarifa única que recoja una gran cantidad de impuestos y contribuciones incluyendo el gravamen de renta», dice un informe publicado por la entidad.
Otro de los obstáculos que menciona la CCB para la generación de negocios son: ineficiencia de las instituciones públicas (burocracia), alta tributación, corrupción, altos costos de instalación y operación y legislación anticuada.
En menor porcentaje aparecen: falta de cultura de negocios, inseguridad, ausencia de capital y falta de profesionales adecuados.
Castro Montalvo dice que el caso más delicado es el de la información exógena, ya que la misma información es solicitada por la DIAN, y de manera similar por la Superintendencia de Sociedades, las Cámaras de Comercio locales y el DANE en algunos casos. Eso sÍ, para no perder la costumbre, todas las declaraciones se hacen en diferente fecha, diferente formato, con diferente detalle y con diferentes multas en caso de omisión e inexactitud.
«Afortunadamente el formato que se tenía pensado para la declaración de renta del año gravable 2011 sufrió un traspié, pues significaba reportar casi dos veces la información ante la misma entidad», dice.
Y a manera de reflexión se pregunta, ¿se imaginan una gran base de datos financiera que tuviera toda la información que necesitara el Estado, donde cada entidad tomara lo correspondiente?, serían en vez de 5 tediosas declaraciones, solo una. Creo que sería muy conveniente que solicitaran toda la información necesaria y detallada, pero solo una vez. Que el estado se encargue de custodiar y retransmitir al resto de entidades.
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