El 76 % de quienes trabajan informalmente en servicio doméstico pueden perder su empleo u horas de trabajo.
El 10 % de las personas que realizan trabajo doméstico están al amparo de la seguridad social.
Se les debe pagar prima hasta el 20 de diciembre de 2020, hasta en tres cuotas, como plazo máximo.
El 76 % de quienes trabajan informalmente en servicio doméstico pueden perder su empleo u horas de trabajo.
El 10 % de las personas que realizan trabajo doméstico están al amparo de la seguridad social.
Se les debe pagar prima hasta el 20 de diciembre de 2020, hasta en tres cuotas, como plazo máximo.
Las más recientes estimaciones de la Organización Internacional del Trabajo –OIT– indican que casi las tres cuartas partes de los trabajadores y las trabajadoras domésticas del mundo, más de 55 millones de personas, cifra de la cual 37 millones son mujeres, corren riesgo de perder su trabajo e ingresos debido al confinamiento y a la falta de cobertura efectiva de seguridad social.
En este sector, la crisis ha afectado tanto a personas cuyo empleo es formal como a quienes trabajan de modo informal, pero estos últimos representan el 76 % de quienes pueden perder su trabajo u horas de trabajo.
En países con medidas de confinamiento estrictas, quien realizaba trabajo doméstico, bien sea empleado formal o no, no podía ir a trabajar.
«Así, algunas de las personas que tenían un empleo formal han tenido derecho al seguro de desempleo, pero no ha sido el caso de quienes trabajaban un situación informal, para quienes la inmovilización ha supuesto la pérdida de los medios de vida, no contar con una red de seguridad de respaldo, y verse en aprietos a la hora de poner alimentos sobre la mesa», indica la OIT.
“La crisis de la COVID-19 ha puesto de manifiesto la vulnerabilidad particular de los trabajadores y las trabajadoras domésticas informales, y la necesidad acuciante de que se les incluya efectivamente en el ámbito de protección laboral y social», afirma Claire Hobden, oficial técnica en trabajadores vulnerables, de la OIT.
Solo el 10 % de las personas que realizan trabajo doméstico están al amparo de la seguridad social, lo que equivale a que los demás no tienen derecho a ausencias por enfermedad pagadas, acceso garantizado a la atención de salud, prestaciones por lesiones profesionales o seguro de desempleo.
Muchas de estas personas perciben una paga de no más del 25 % del salario medio, por lo que carecen de ahorros para afrontar una emergencia financiera.
“La cantidad de mujeres afectadas es desproporcionada, pues son la amplia mayoría de quienes realizan esta actividad en el mundo”, dice Hobden.
Colombia no ha sido ajena a este flagelo. Según datos del Ministerio del Trabajo, en Colombia existen unos 700.000 empleados domésticos, donde la mayoría son mujeres.
Muchos empleadores se estarán preguntando sobre el pago de la prima de servicios por este mes, para este sector trabajador.
Pues bien, cabe recordar que el Decreto Legislativo 770 del 3 de junio de 2020 permite realizar el primer pago de la prima de servicios hasta el 20 de diciembre de 2020 en tres cuotas, como plazo máximo.
Este decreto también aplica para los empleados domésticos, siempre y cuando haya acuerdo con los trabajadores. En consecuencia, los empleadores no pueden diferir, de forma unilateral, el primer pago de la prima de servicios.
Según la Ley 1788 de 2016, el pago de la prima es obligatoria para trabajadores del hogar, jardineros, cuidadores de finca, conductores y niñeras.