Este artículo fue publicado hace más de un año, por lo que es importante prestar atención a la vigencia de sus referencias normativas.
Diversas modalidades en las que participan las empresas realizando contribuciones monetarias y en especie para distintas causas pueden ser canales de soborno. A continuación, se plantean mecanismos con los cuales pueden prevenir ese flagelo al interior de la organización, como medida de control interno.
La Universidad Externado de Colombia, junto a otras instituciones educativas latinoamericanas y Pacto Global Red Colombia, presentaron el informe Estado de las prácticas empresariales contra el soborno: primer estudio latinoamericano, en el cual, entre otros temas, tocan las acciones empresariales para combatir el soborno.
El sector privado, como miembro de la sociedad, ejerce un papel fundamental como agente del desarrollo económico y social y, en consecuencia, debe hacer un ejercicio de corresponsabilidad, no solo en la construcción de lo público sino en la lucha contra la corrupción y sus diferentes modalidades, entre ellas el soborno.
Según las organizaciones Transparencia Internacional y Social Accountability International, algunos de los puntos clave para el desarrollo de un programa que contrarreste el soborno en el sector privado son:
Dentro de los alcances planteados por la publicación, en los principios empresariales para contrarrestar el soborno existen diferentes alternativas o modalidades frente a las cuales las empresas pueden realizar contribuciones monetarias y en especie a usarse en distintas causas, las cuales sí pueden generar riesgos asociados al soborno, aunque sean legítimas:
Según el informe, “las anteriores, podrían interpretarse como sobornos si las organizaciones no tienen lineamientos claros y transparentes para ejecutarlos”. Para Transparencia Internacional, por su parte, las empresas deben establecer un programa antisoborno en línea con los principios empresariales y socializarlo con todos los integrantes de la organización.
El programa debe incluir elementos como políticas claras y firmes que guíen las acciones de los responsables si se llegan a presentar las modalidades expuestas, y mecanismos de comunicación y rendición de cuentas que vayan de la mano con unas buenas prácticas de gobierno corporativo.
A propósito de los requisitos para la implementación de acciones que combatan el soborno, se plantean mecanismos con los cuales las empresas pueden prevenir este flagelo al interior de la organización, como medidas de control interno, entre las que se destacan:
Otro elemento necesario en una empresa para combatir el soborno es la relación con los terceros y grupos de interés, ya que las empresas enfrentan riesgos en las diferentes relaciones que tejen. De esta forma se estaría promoviendo que las empresas cuenten con políticas antisoborno, las cuales se extiendan más allá de sus fronteras organizacionales.
En la medida de lo posible, las organizaciones deben extender sus políticas de transparencia a lo largo de su cadena de suministro, es decir, a sus sucursales y subsidiarias; contratistas y proveedores; representantes de ventas y socios.
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