Kevin Dancey de IFAC opina que los contadores públicos deben desarrollar habilidades de alta tecnología para ayudar a sus organizaciones.
IFAC apoya adopción de legislación de protección de denunciantes contra corrupción.
El Código Internacional de Ética es el estándar para transparencia en sectores público y privado.
Kevin Dancey de IFAC opina que los contadores públicos deben desarrollar habilidades de alta tecnología para ayudar a sus organizaciones.
IFAC apoya adopción de legislación de protección de denunciantes contra corrupción.
El Código Internacional de Ética es el estándar para transparencia en sectores público y privado.
Los contadores deberían ver el inmenso valor que reporta el desarrollo de habilidades de alta tecnología para ayudar a sus organizaciones a cumplir con las obligaciones legales y proteger sus recursos.
La corrupción está pasando factura. Naciones Unidas fija su costo anual en 3,6 billones de dólares, alrededor del 5 % del PIB mundial.
«Las consecuencias para el crecimiento económico y para el bienestar de las personas son graves y ningún país es inmune. Esta es una crisis global, y miles de millones de personas están peor por ello. Necesitamos actuar», afirma Kevin Dancey, jefe ejecutivo de la Federación Internacional de Contadores –IFAC, por sus siglas en inglés–.
El Plan de Acción Anticorrupción del G-20 (2019-2021) es un primer paso que se puede dar. A través de este plan, se observan tres áreas en las cuales los contadores están bien posicionados para abordar la corrupción en todas sus formas generalizadas.
Las instituciones financieras son el objetivo de las políticas contra el lavado de dinero, pero las empresas y profesiones no financieras, incluida la contable, también están en la mira. «IFAC apoya el trabajo del Grupo de Acción Financiera Internacional –GAFI–, para incorporar a los contadores a su política de prevención. Necesitamos que la implementación sea inteligente y efectiva, pero creemos que las recomendaciones del GAFI brindan a los responsables políticos nacionales suficiente flexibilidad para que esto funcione», explica Dancey.
La discusión sobre el lavado de dinero debería ampliarse a cuestiones más grandes que los delitos financieros. Los delincuentes en la era digital son más prolíficos y expertos en tecnología que nunca. Como resultado, todos los delitos financieros, incluido el lavado de dinero, son cada vez más difíciles de prevenir o descubrir.
Los contadores deberían ver el inmenso valor en el desarrollo de habilidades de alta tecnología para ayudar a sus organizaciones a cumplir con las obligaciones legales y proteger sus recursos.
«La protección a las personas que denuncien actos corruptos es esencial para empoderar a las personas que descubren la corrupción y, en el proceso, para disuadirla y elevar la integridad de instituciones enteras», afirma Dancey.
IFAC apoya la adopción de legislación de protección de denunciantes en todos los países según los principios adelantados por el G20, la OCDE y la Asociación Internacional de Abogados.
La entidad alienta a las empresas de contabilidad y a las organizaciones de profesionales de contabilidad a tomar la iniciativa y actuar de acuerdo con los mismos principios. Los reguladores y los gobiernos también deben comprometerse a defender y profundizar la protección de los denunciantes siempre que sea posible.
Dancey indica que los efectos de la corrupción en el sector público son particularmente devastadores, ya que afectan de manera directa la calidad de los servicios públicos y el estado de derecho. Amenaza no solo las economías y los mercados, sino también el nivel de vida en muchos países.
La transparencia del sector público es fundamental para iluminar los flujos de efectivo ilícitos, las transacciones y los presupuestos para el escrutinio público.
«Los gobiernos pueden mejorar la transparencia al comprometerse a la implementación de Estándares de Información Financiera internacionalmente reconocidos que capturen integralmente su desempeño y posición financiera», comenta.
IFAC apoya a la Junta de Normas Internacionales de Contabilidad del Sector Público (IPSASB) abogando por la adopción e implementación de las Normas Internacionales de Contabilidad del Sector Público (IPSAS) basadas en el devengo.
Por otra parte, el sector privado es un socio esencial de los gobiernos en la lucha contra la corrupción. La actividad del sector privado en sí representa la mayor parte de la actividad económica en casi todos los mercados.
Las medidas anticorrupción que aumentan la transparencia del sector privado son cruciales para la confianza del público, incluidos los inversores, en la columna vertebral de la economía.
El Código Internacional de Ética para contadores públicos es el estándar de oro para la integridad y la transparencia en los sectores privado y público. «IFAC también aboga por la adopción de Normas Internacionales de Auditoría, que son normas internacionales de alta calidad para auditoría, aseguramiento y control de calidad», señala Dancey.