Camilo Urrea afirma que el COVID-19 evidencia la desprotección de trabajadores que devengan menos del mínimo.
Iván Daniel Jaramillo dice que el sistema laboral deberá adaptarse a nuevos contextos.
Luis Fernando Mejía advierte que este año 1,9 millones de personas adicionales estarían desempleadas.
Camilo Urrea afirma que el COVID-19 evidencia la desprotección de trabajadores que devengan menos del mínimo.
Iván Daniel Jaramillo dice que el sistema laboral deberá adaptarse a nuevos contextos.
Luis Fernando Mejía advierte que este año 1,9 millones de personas adicionales estarían desempleadas.
Camilo Andrés Urrea Giraldo, director del Área Laboral y de Seguridad Social de MRG Legal, afirma que el panorama frente al desempleo en el país es complejo, más cuando según el último reporte del Dane para el mes de abril la tasa de desempleo ascendió a 19,8 %, aumentando de manera significativa, pues en el mismo mes de 2019 se encontraba en un 10,3 %.
«Considero que la reactivación laboral debe ir de la mano de la creación de protocolos económicos y de bioseguridad que generen confianza en los consumidores para maximizar la reactivación del comercio. Muchos empresarios han migrado al comercio electrónico sin obtener los resultados esperados, ya que los colombianos no estamos 100 % preparados para migrar al consumo virtual de manera masiva», afirma.
De igual manera, para él, se debe pensar en la reapertura de lugares de entretenimiento, como cines, restaurantes y teatros, con medidas preventivas extremas, para mitigar la tasa de desempleo.
Para Urrea Giraldo, la discusión de una reforma laboral es necesaria.
«Con la llegada del COVID-19 se observó que tenemos falencias en la protección de las personas vinculadas a través de contratos prestación de servicios personales y la flexibilización laboral, un ejemplo de ello son los abusos en la contratación del sector salud, los cuales cuentan con empleados tercerizados vinculados por OPS», explica.
Del mismo modo, se observó una desprotección de los trabajadores que devengan menos de un salario mínimo, además de las falencias frente a medidas de protección para quienes operan mediante el teletrabajo y el trabajo en casa, «pues quedó claro que no existen parámetros frente a los horarios y la carga laboral asignada a los trabajadores, es por ello que se debe generar un cambio en la legislación laboral».
Iván Daniel Jaramillo Jassir, director del Observatorio Laboral de la Universidad del Rosario, afirma en entrevista con Actualícese que se prevé un contexto de recesión económica posterior a la pandemia, que en cálculos de la Organización Internacional del Trabajo –OIT– significará la pérdida de 25 millones de puestos de trabajo a nivel global.
«Lo anterior permite anticipar la demanda de profundización y focalización de políticas activas de empleo y la adaptación del sistema laboral al nuevo contexto, que requerirá incentivos específicos a la contratación laboral, disminuyendo costos fiscales y de aportes a la seguridad social sobre la nómina», dice.
Para el presidente de Fenalco, Jaime Alberto Cabal, es urgente la recuperación de puestos de trabajo mediante la contratación por horas y la flexibilización laboral.
A través de una carta dirigida a los ministros de Trabajo y de Comercio, Cabal solicitó analizar la posibilidad de implementar el pago por horas en el país, incluidas de manera proporcional las correspondientes a prestaciones sociales de ley.
«En momentos en que Colombia empieza la reapertura gradual de la economía donde debemos plantear las reformas encaminadas a la recuperación de los puestos de trabajo que se perdieron durante los meses de confinamiento y que sólo para el caso de comercio, según cifras del Dane, alcanzaron la cifra de 1.7 millones de desempleados de los 5.4 millones perdidos», indicó Cabal a los medios de comunicación.
Luis Fernando Mejía, director de Fedesarrollo, advierte en el informe Perspectivas económicas post COVID-19 que con la tendencia que viene presentado la tasa de desempleo es necesario que la economía crezca por encima del 3,8 % real anual.
«De acuerdo con los escenarios de crecimiento, lo anterior no sería posible este año y por el contrario se observaría un fuerte deterioro en las cifras de mercado laboral», afirma Mejía.
En el escenario central la tasa de desempleo podría alcanzar 18,2 % (20,5 % en un escenario pesimista), un 7,7 % superior a lo observado en el promedio de 2019 (10,5 %). Lo anterior implicaría que en 2020 alrededor de 1,9 millones de personas adicionales estarían desempleadas.
«Los hogares vulnerables que no han sido beneficiarios de las ayudas del Gobierno y los trabajadores informales, cuyos empleos son más sensibles frente a las medidas de contención del virus adoptadas por las autoridades, verían una disminución en sus ingresos. En línea con esto, los niveles de pobreza en el país aumentarían, ubicándose entre 31,9% y 33,6%, lo cual implicaría que entre 2,3 y 3,1 millones de personas entrarían a situación de pobreza este año», advierte Mejía.