Para Jairo Santander, la flexibilización laboral es una medida para promover, no generalizar.
Juan Pablo Chaustre dice que las empresas de servicios temporales ayudan a la flexibilización laboral.
Luis Guerrero afirma que la autonomía y la flexibilidad son las premisas de la nueva etapa laboral.
Para Jairo Santander, la flexibilización laboral es una medida para promover, no generalizar.
Juan Pablo Chaustre dice que las empresas de servicios temporales ayudan a la flexibilización laboral.
Luis Guerrero afirma que la autonomía y la flexibilidad son las premisas de la nueva etapa laboral.
El COVID-19 y las contingencias hicieron que la forma de trabajar para los colombianos cambiara, se transformara. Las reglas del ayer parecerían ya no estar vigentes.
Es fundamental adaptarse a la nueva dinámica, y la relación entre empleador y empleado debe dar un giro para que las partes salgan beneficiadas. El concepto de flexibilidad laboral toma fuerza.
Luis Fernando Londoño, consultor senior de Career para Mercer, dice que, en el último estudio de tendencias de talento realizado por esta compañía, el 87 % de las empresas encuestadas respondió que tenía proyectado focalizarse en el 2020 en la flexibilidad de su trabajo y el 32 % manifestó que ya contaba con una política de flexibilidad, pero que no la promovía ampliamente.
«Sin embargo, la actual situación de salud pública aceleró, en tan solo dos meses, la necesidad de cambiar algunas prácticas de talento, recomponer el estilo de liderazgo, redefinir la compensación y tener otras formas de medir la cultura y el compromiso de los empleados, cambios que se tenían proyectados dentro de los próximos dos o más años», dice en Actualícese.
Es en este escenario en donde se ratifica la utilidad de implementar modelos que fomenten las nuevas formas de trabajo: el teletrabajo, el trabajo flexible y el trabajo remoto, que se consolidan como opciones para dar continuidad a los resultados observados en la crisis actual.
Jairo Enrique Santander, economista, profesor asistente de la Universidad de Los Andes y miembro del Centro Interdisciplinario de Estudios Sobre Desarrollo –Cider–, afirma en entrevista con Actualícese que la flexibilización laboral es una medida para promover, pero no generalizar.
«Hay funciones en las organizaciones que pueden adaptarse muy bien a una flexibilidad de las jornadas, pero hay otras que podrían ver un aumento en sus costos de transacción. También hay tareas que son muy operativas que requieren de la rigidez de jornada establecida», señala.
Explica que se trata de una invitación para que las empresas y entidades revisen la posibilidad, pero sin que se sientan presionadas a dar una implementación rápida.
«Deben ser muy cuidadosas de que las dinámicas organizacionales no se vayan a ver muy trastocadas o se afecten mucho los flujos de interacción productiva», indica.
Algo que sí es importante, expresa Santander, es que cualquier medida de flexibilidad de jornada debe contar con mecanismos de arbitraje y de acuerdo con los trabajadores, que sean claros y que le transmitan al trabajador que lo pactado va a ser respetado.
Juan Pablo Chaustre, miembro de la junta directiva de Acoset y gerente general de Staffing Colombia afirma en #CharlasConActualícese que las medidas laborales que ha venido tomando el Gobierno nacional se están ajustando a la realidad laboral que estamos viviendo.
«En temas laborales todavía hay mucho por hacer. Se está en mora de abordar el tema de una reforma laboral y está claro que hay que emigrar a una cultura de la flexibilidad laboral», dice este administrador de empresas especializado en Finanzas y Negocios Internacionales.
Desde su punto de vista, las empresas de servicios temporales, las cuales ayudan a la flexibilización laboral, tienen que ser parte fundamental en la reactivación laboral.
De otro lado, destaca que el Gobierno nacional está migrando hacia dicha línea y está trabajando para mejorar.
Luis Carlos Guerrero, vicepresidente de ventas de Cluster Andino de Lumen Technologies dice que, con toda la transformación laboral que se presentó el año anterior, aparece un concepto de trabajo inteligente denominado smart work, una evolución del teletrabajo.
«Aquí, la autonomía, flexibilidad, balance entre la vida personal y profesional, mayor productividad son las premisas de esta nueva propuesta. Se elimina el énfasis en las horas y el lugar en las que se desarrollan las responsabilidades y se ponen únicamente objetivos específicos a cumplir», describe.
Esto implica dejar de ver a la compañía bajo la óptica industrial de control del lugar, tiempo y trabajo, para verla bajo un modelo más moderno en el que la empresa y los trabajadores construyan en conjunto un acuerdo basado en la responsabilidad y la confianza mutua.
Guerrero invita a las empresas para que se sumen a la transformación digital desde el ADN del negocio, haciendo énfasis en los empleados.
“Las empresas van a salir adelante no solo porque inviertan en tecnología, sino porque tengan un equipo de trabajo y unos líderes enfocados en transformarse y moverse rápidamente, pues la agilidad es una de las claves del juego; es importante entender que el mundo de los negocios cambió y las compañías tienen que evolucionar permanentemente”, dice.