Auditoría interna debe contar con perfiles profesionales multidisciplinarios con competencias técnicas y habilidades necesarias para contribuir con la generación de valor.
Profesionales deben tener claro el funcionamiento del negocio, sus objetivos y prioridades.
Auditoría interna debe contar con perfiles profesionales multidisciplinarios con competencias técnicas y habilidades necesarias para contribuir con la generación de valor.
Profesionales deben tener claro el funcionamiento del negocio, sus objetivos y prioridades.
La visión y el alcance de la auditoría interna juegan un importante rol a la hora de generar mayor confianza en las organizaciones, ya que tienen como reto cambiar y evolucionar hacia un modelo más moderno según los nuevos tiempos, capaz de responder a los desafíos del mundo globalizado.
Para esto, la función de auditoría interna incluirá dentro de sus procesos el análisis de los riesgos, logrando posicionarse como asesores del negocio, permitiendo impulsar iniciativas para el crecimiento y desarrollo de las entidades.
Lo anterior, según el documento de KPMG, titulado Auditoría interna reimaginada, se puede realizar a través de propuestas encaminadas hacia la efectividad de los procesos y la adecuada administración de los riesgos.
Adicionalmente, la auditoría interna debe contar con perfiles profesionales multidisciplinarios con competencias técnicas y habilidades necesarias para contribuir con la generación de valor, teniendo claridad en el funcionamiento del negocio, así como sus objetivos y prioridades.
La auditoría interna ha desarrollado tradicionalmente un papel de verificación de operaciones con un enfoque en las actividades ejecutadas en el pasado, identificando hallazgos sobre los cuales la empresa puede tener conocimiento.
Esta situación ha venido cambiando para ofrecer valor a la empresa, debido a que en la actualidad la auditoría interna busca hacer más auditorías predictivas, que aporten ideas y propuestas innovadoras para mejorar los procesos y que, a su vez, sean capaces de prevenir riesgos emergentes.
Esto se evidencia cuando la auditoría interna da recomendaciones que permiten disminuir los costos o incrementar las utilidades.
«Con el paso del tiempo, la auditoría se ha volcado a alinear sus trabajos hacia los objetivos estratégicos de las organizaciones asumiendo de esta manera un rol más colaborativo manteniendo en paralelo su función de independencia», indica KPMG.
Esta evolución en el tiempo ha permitido actuar de forma más rápida y eficiente frente a los cambios del mercado, apoyando de esta manera la gestión de los riesgos, así como de los impactos económicos y reputacionales.
Para lograr valor en la auditoría, los auditores deben contar con las siguientes habilidades:
Comunicar de forma clara y concisa las situaciones identificadas resultado de las auditorías ejecutadas a la alta dirección y a los dueños de procesos, permitiendo el entendimiento de los asuntos relevantes y trabajando en conjunto para definir las acciones a tomar.
Experiencia utilizando las diferentes herramientas tecnológicas para poder realizar diferentes tipos de pruebas tanto en auditorías tecnológicas como de procesos, en aras de identificar aspectos que antes no habían sido monitoreados, logrando así optimizar los recursos y generar mayor productividad en los diferentes procesos.
Aptitudes y actitudes que ayuden a emitir juicios sobre los procesos evaluados. Esto quiere decir que el auditor debe contar o desarrollar pensamientos y respuestas lógicas para debatir los resultados y soportes encontrados.
El auditor debe conocer y estudiar los mercados existentes y nacientes para formar un criterio válido de evaluación que permita generar auditorías basadas en hechos y buenas prácticas del entorno del negocio.
Conocer las herramientas y procedimientos para el análisis de datos, lo que permite que el auditor no se enfoque en muestras, sino que tenga la posibilidad de analizar toda la información y enfocarse en aquellos aspectos que se salen de la norma, permitiendo a los auditores prevenir riesgos futuros de manera eficiente y productiva, y en lo posible, proyectar con precisión el impacto que estos tendrán en la empresa.