La Ley 1676 de 2013 admite bienes muebles como respaldo para créditos.
Las empresas cuentan con un abanico de posibilidades para cumplir sus metas de expansión mediante préstamos.
Los empresarios pueden respaldar créditos a través de los activos de su empresa, según la Ley de garantías mobiliarias.
La Ley 1676 de 2013 admite bienes muebles como respaldo para créditos.
Las empresas cuentan con un abanico de posibilidades para cumplir sus metas de expansión mediante préstamos.
Los empresarios pueden respaldar créditos a través de los activos de su empresa, según la Ley de garantías mobiliarias.
Acceder a financiamiento es un paso importante para el crecimiento económico y se convierte en un motor de desarrollo del sector privado. Así pues, eliminar las barreras a esta herramienta puede ayudar a despertar la productividad empresarial y facilitar la transición hacia la formalidad.
A pesar de esto, el limitado acceso al crédito continúa siendo un obstáculo a la formación de tejido empresarial.
En los países en desarrollo las pymes no logran satisfacer sus necesidades de financiación, por su incapacidad de respaldar adecuadamente sus obligaciones. En efecto, la mayoría no cuenta con propiedades como locales o terrenos, tradicionalmente considerados idóneos a la hora de garantizar préstamos.
Por el contrario, según estimaciones del Banco Mundial, más del 70 % de sus activos son bienes muebles, como el inventario, la maquinaria y las cuentas por cobrar.
Bajo ese contexto, se promulgó la Ley de garantías mobiliarias en Colombia, Ley 1676 de 2013, la cual modernizó las normas y los procesos de registro de garantías mobiliarias, resultando en uno de los sistemas de promoción del crédito más novedosos de Latinoamérica.
Esta reforma legislativa le permitió al país mejorar en el escalafón de facilidad de obtención de crédito del Doing Business.
Michael Bryan Newball, especialista en inclusión financiera de la Banca de las Oportunidades describe algunas ventajas que contiene el sistema de garantías mobiliarias para las pymes:
«El aprovechamiento del sistema de garantías mobiliarias colombiano será la clave para la creación de más y mejores soluciones de financiamiento dirigidas a pymes. Así se cimentarán las bases de un mercado financiero dinámico, robusto y sofisticado, mediante el cual las empresas del país tengan más oportunidades para crecer y prosperar», asegura Newball.
Según Confecámaras, desde la entrada en operación del registro de garantías mobiliarias se han inscrito 1,3 millones de préstamos garantizados con bienes muebles, durante la vigencia de la ley.
Las garantías mobiliarias más usadas en Colombia son automotores, y lo que busca el Gobierno es que se amplíe a otros bienes. La idea es dinamizar más su uso y diversificación, ya que solo el 14,3 % de los registros (274.000) corresponde a bienes muebles diferentes a vehículos; solo el 2,6 % de estas garantías han sido de maquinaría, el 0,9 % de equipos, el 0,6 % de licencias y el 0,06 % de permisos.
Otro beneficio que presentan está en el cobro de las garantías, porque en Colombia, al liquidarlas pueden tardar 1.099 días, pero cobrar una garantía mobiliaria puede tardar máximo tres meses.