Para Andrés Cortés, las medidas se montan sobre un régimen básico y se desmontan a igual velocidad, dejando regulaciones híbridas e inviables.
Felipe Prada dice que en 18 o 24 meses se discutirá otra reforma para tener ingresos estructurales y así no seguir discutiendo reformas cada 16 meses.
Para Andrés Cortés, las medidas se montan sobre un régimen básico y se desmontan a igual velocidad, dejando regulaciones híbridas e inviables.
Felipe Prada dice que en 18 o 24 meses se discutirá otra reforma para tener ingresos estructurales y así no seguir discutiendo reformas cada 16 meses.
Luego de anunciar el retiro del proyecto de reforma tributaria por parte del Gobierno nacional el pasado 2 de mayo de 2021, el presidente de la República, Iván Duque, comenzó a delinear puntos de lo que sería la nueva.
Entre los conocidos están: una sobretasa de renta temporal a empresas, una prórroga temporal del impuesto al patrimonio, el incremento transitorio del impuesto a los dividendos, la creación de una sobretasa de renta a personas de mayores ingresos y la profundización de programas de austeridad del Estado.
Por otra parte, entre los temas que no se tocarán están las modificaciones del IVA, aumento del número de personas que pagan renta y cambios en los impuestos que pagan las pensiones.
Se tiene claro que lo venidero en materia de impuestos en el país será transitorio y temporal. Seguramente en los próximos años una nueva reforma tributaria aparecerá en el escenario.
Andrés Cortés, Socio Tax & Legal de Mazars en Colombia, afirma en entrevista con Actualícese que con el retiro del anterior proyecto de ley de reforma tributaria Colombia no perdió la oportunidad de contar con una reforma tributaria estructural:
El proyecto de ley retirado distaba mucho de ser una reforma tributaria estructural, pues únicamente contenía normas pro-recaudo. Es claro que Colombia está en mora de realizar una reestructuración del régimen fiscal, pero eso no se puede hacer sin una derogatoria total del régimen actual y sin la contribución de todos los sectores involucrados, partiendo por los funcionarios, los empresarios y los ciudadanos.
Opina que las propuestas por aprobar en la nueva reforma tributaria serían temporales y más adelante se tendría que discutir una nueva:
Es lo usual, y esa es la razón fundamental por la que se extraña una reforma estructural a todo el sistema. Todas las medidas se montan sobre un régimen básico y se desmontan con la misma velocidad, dejando regulaciones híbridas e inviables en años futuros.
Carlos Felipe Prada, vicepresidente del Centro de Estudios Económicos Anif, tiene una visión diferente a Cortés. Para él, como lo afirmó en #CharlasConActualícese, hoy por hoy el país sigue con la necesidad de tener nuevos ingresos, así sea de forma transitoria para financiar los programas sociales y estabilizar las finanzas públicas a través de menos deuda:
Perdimos otra oportunidad para hacer una reforma estructural. El Gobierno nacional requiere nuevas fuentes fijas para su financiamiento hacia adelante. Lo que seguramente se recaudará será transitorio pero, sin duda, en unos 18 o 24 meses estaremos de nuevo discutiendo otra reforma tributaria para ahora sí tener ingresos estructurales con los cuales no se sigan discutiendo reformas cada 16 meses.
Explica que las propuestas realizadas desde Anif se centraban en tres aspectos: buscar que el Estatuto Tributario sea más simple, eliminar una serie de exenciones y beneficios que actualmente recibidos por los hogares de altos ingresos y otorgar al Estatuto Tributario un carácter progresivo:
Hoy hay espacio para que los hogares de altos ingresos paguen un IVA que se les está subsidiando o paguen más impuesto de renta del que se les está cobrando. También la propuesta indicaba que el país necesita ingresos estructurales y se pediría a las personas hacer un esfuerzo de acuerdo con sus ingresos y capacidad de pago.
Estos cambios estarían acompañados de un esfuerzo adicional por parte de las personas que más recursos tienen. Entre más gane una persona, más impuesto a cargo tendría.
Por ejemplo, si una persona tiene ingresos mensuales por 100 millones de pesos, nuestra propuesta es que pague un impuesto de renta de 30 millones de pesos.