Pago de impuestos por parte de multinacionales: ¿mano dura para las que evaden?

Corporaciones y transnacionales aprovechan los vacíos legales para esconder enormes ganancias tributables.

Costo de la evasión y la elusión fiscal en América Latina alcanzó un 6,3 % del PIB en 2017.

Multinacionales deben pagar un nivel mínimo de impuestos en todos los países en los que operan.

Alicia Bárcena, secretaria ejecutiva de la Cepal, durante el seminario Desafíos para el crecimiento y el desarrollo en América Latina, realizado el 2 de marzo de 2020, aseguró que la evasión fiscal es uno de los grandes obstáculos que impiden el desarrollo en la región.

“América Latina y el Caribe no puede continuar con los actuales niveles de evasión, que llegan al 6,3 % del PIB regional (640.000 millones de dólares). No se compara con lo que gastamos en protección social o integración. Si la región no se pone de acuerdo para controlar la evasión no podrá avanzar mucho”, advirtió.

La Cepal ha calculado que el costo de la evasión y la elusión fiscal en América Latina alcanzó un 6,3 % del PIB en 2017. No se puede olvidar que las corporaciones, domésticas y transnacionales, aprovechan los vacíos legales para esconder enormes ganancias tributables.

Redistribución de utilidades de las empresas

Por lo anterior, la Comisión Independiente para la Reforma de la Fiscalidad Corporativa Internacional –ICRICT– está a favor de un sistema tributario internacional reformado, que redistribuya las utilidades de las empresas a partir de la tasación unitaria de las multinacionales.

Así lo explica Ricardo Martner, economista y miembro de la ICRICT, en el artículo «Transparencia financiera, un reto urgente para Colombia y Latinoamérica», publicado en Las 2 Orillas:

«Lo anterior, eliminaría en gran parte el beneficio de las guaridas fiscales que están dejando a los países sin recursos fiscales».

Para él, esta falta de recursos impide a los gobiernos invertir en servicios públicos, como educación, atención a la salud, servicios de guardería, agua potable y sistemas de saneamiento.

«Esta situación también obliga los países a recurrir a impuestos regresivos sobre el consumo, con lo que la carga fiscal se desplaza a los segmentos más pobres de la población», advierte Martner.

Impuesto mínimo global a multinacionales para detener competencia fiscal

Para la ICRICT, se debe considerar un impuesto mínimo global para las multinacionales, el cual debería fijarse en un 25 %. Esto se debe a que esta tasa está justo por debajo de la media actual ponderada según el PIB de la tasa legal en los países de la OCDE (26 % en 2018), pero considerablemente más baja que la media de los países en desarrollo.

«Nos preocupa la posibilidad de que un tipo impositivo efectivo mínimo mucho más bajo se convierta en el máximo mundial. Los países en desarrollo, que dependen relativamente más de los ingresos del impuesto de sociedades como fuente de ingresos públicos, serían los principales perdedores de esa tendencia, al igual que las pequeñas y medianas empresas de los países desarrollados, que seguirán pagando la tasa local íntegra», explica Joseph Stiglitz, también miembro de la ICRICT.

De igual manera, las multinacionales deben pagar un nivel mínimo de impuestos en todos los países en los que operan. Esta medida eliminaría la razón de ser de los paraísos fiscales, al tiempo que garantizaría que todos los Estados tuvieran acceso a recursos para su desarrollo.

Este impuesto mínimo efectivo debería aplicarse a todos los beneficios sin deducir las prácticas fiscales perjudiciales, medida que pondría fin a una competencia fiscal agresiva e improductiva, desde el punto de vista de la ICRICT.

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