Hernando Bermúdez afirma que las instituciones de educación superior invierten poco en infraestructura para una adecuada educación contable.
Piensa que debemos demostrar que la ética está primero que los estándares de la práctica.
Se puede apoyar o contradecir, pero con argumentos y no con pasiones.
Hernando Bermúdez afirma que las instituciones de educación superior invierten poco en infraestructura para una adecuada educación contable.
Piensa que debemos demostrar que la ética está primero que los estándares de la práctica.
Se puede apoyar o contradecir, pero con argumentos y no con pasiones.
Hernando Bermúdez, profesor del Departamento de Ciencias Contables de la Pontificia Universidad Javeriana de Bogotá, coordinador del Centro de Estudios en Derecho Contable y editor de Contrapartida, afirma que todas las áreas de la profesión contable están avanzando tan rápidamente como el mundo lo hace. Por lo tanto, en todos los aspectos hay que modernizarse:
Por ejemplo, hay que fortalecer el estudio de los sistemas de información, profundizar en la contabilidad administrativa y mejorar la calidad de los servicios de aseguramiento a la luz de los anhelos del interés público.
Lo anterior supone un gran esfuerzo por parte de las instituciones de educación superior, profesores y estudiantes, así como inmensos esfuerzos de los egresados.
En mi concepto, las instituciones de educación superior (no solo las universidades) están invirtiendo muy poco en la infraestructura necesaria para una adecuada educación contable.
Por lo tanto, deberían fortalecerse los criterios mínimos de calidad que todos debemos cumplir; específicamente, los temas relacionados con los sistemas de información y con el acceso a la documentación técnica requieren de grandes recursos.
Afirma que las instituciones de educación superior deben contar con profesores que hayan estudiado a fondo:
En la universidad Javeriana, por ejemplo, iniciamos estudios sobre Normas Internacionales hacia 1992 y abrimos especializaciones hacia el 2000. Cuando las normas se hicieron obligatorias estábamos listos y con otras preocupaciones.
Indica que el pensamiento de vanguardia debe ser en ciencias contables y no solo en Estándares Internacionales.
Los profesores debemos demostrar nuestra competencia ante nuestros pares. Hay muchas formas: exposiciones, escritos, participación en centros de estudios, en redes académicas, etc.
Debemos demostrar que la ética está primero que los estándares de la práctica. «Se puede apoyar, dudar o contradecir, pero debe ser con argumentos y no con pasiones ni con retórica», afirma.
Se necesita evidencia de todo lo que se afirma. Esa competencia debe corresponder a la frontera del conocimiento y no a lo que se popularizó hace un tiempo.
Frente a los organismos de la profesión, Bermúdez indica que la Junta Central de Contadores –JCC– es un órgano disciplinario y no debe salirse de su rol:
Hay mucho por hacer que no se hace. Deberíamos estar vinculados al International Forum of Independent Audit Regulators –IFIAR– y practicar mucha más transparencia sobre los procesos. No se conoce su doctrina.
Por otra parte, opina que el Consejo Técnico de la Contaduría Pública –CTCP– debe investigar más sobre lo que está pasando en la frontera del conocimiento contable.
Al revisar páginas de otros órganos similares uno advierte una actividad de orientación mucho más sostenida y profunda. Claro que todo es un sueño mientras su presupuesto sea ínfimo y su planta inexistente.
Sobre el perfil del profesional contable en el contexto de la pandemia, dice que a todos nos tocó aprender a trabajar por medios electrónicos; sin embargo, muchas empresas entraron en conflicto con sus revisores fiscales. Hay trabajos muy atrasados, profesionales reemplazados, honorarios pagados de más y de menos.
Todo revisor fiscal debería acreditar que se actualiza en revisoría fiscal año tras año. Hay muchos profesionales que no aplican las normas de auditoría como lo exige la Ley 43 de 1990. En el futuro, las empresas se habrán computarizado más y los contadores deberán tener mejores competencias en esta materia. Lo esencial que es impulsar el desarrollo con base en la información seguirá siendo la prioridad de los buenos contadores.