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¿Quiénes han usado más el teletrabajo?, ¿quiénes menos? Desafíos que hay por delante

Trabajadores informales, por cuenta propia y jóvenes, de bajos ingresos laborales, experimentaron las mayores pérdidas de empleo y de horas trabajadas.

La seguridad social, el cumplimiento de las jornadas y seguridad en el lugar de trabajo, entre otros, son los temas para evaluar.

Fecha de publicación: 19 de julio de 2021
¿Quiénes han usado más el teletrabajo?, ¿quiénes menos? Desafíos que hay por delante
Este artículo fue publicado hace más de un año, por lo que es importante prestar atención a la vigencia de sus referencias normativas.

Trabajadores informales, por cuenta propia y jóvenes, de bajos ingresos laborales, experimentaron las mayores pérdidas de empleo y de horas trabajadas.

La seguridad social, el cumplimiento de las jornadas y seguridad en el lugar de trabajo, entre otros, son los temas para evaluar.

El teletrabajo irrumpió en los mercados laborales de América Latina y el Caribe como una forma de enfrentar las consecuencias de la pandemia, permitiendo la continuidad de actividades «en un contexto caracterizado por una caída devastadora de la actividad económica, con pérdida de empleo, caída de los ingresos y cierre de empresas». Así lo analiza la Organización Internacional del Trabajo –OIT– en su informe de julio: Desafíos y oportunidades del teletrabajo en América Latina y el Caribe.

Las estimaciones preliminares de la entidad indican que en el peor momento de la crisis, en el segundo trimestre de 2020, cerca de 23 millones de personas se trasladaron laboralmente al teletrabajo en la región. Destaca la publicación:

Al igual que en otros lugares del mundo, esta modalidad surgió como un mecanismo para garantizar la continuidad de ciertas actividades económicas y, con ello, de la relación laboral.

Como prueba de lo anterior, datos de la OIT muestran que entre el 20 y 30 % de los asalariados que estuvieron trabajando lo hicieron desde su hogar durante la vigencia de las medidas de confinamiento. Antes de la pandemia, el porcentaje era inferior al 3 por ciento:

La crisis causó una aceleración de tendencias en los mercados laborales. El teletrabajo ayudó a amortiguar los impactos negativos de la crisis en los mercados de trabajo contribuyendo a la preservación de millones de empleos. Tras la recuperación seguramente seguirá siendo una opción y generando nuevas oportunidades, aunque está claro que aún está pendiente responder a desafíos tanto para los trabajadores como para las empresas que debieron implementarlo rápidamente.

Una modalidad laboral que llegó para quedarse

El informe destaca que, aunque es muy temprano para predecir el alcance efectivo del teletrabajo, será necesario que los países y las sociedades estén preparados para asumir que esta modalidad llegó para quedarse, sea como una solución conveniente para personas y empresas, sea a través de la proliferación de formas híbridas que combinen trabajo en la oficina con trabajo desde el hogar.

El análisis de la OIT dice que, aunque antes de la pandemia existía el trabajo desde la casa, este abarcaba principalmente a trabajadores por cuenta propia, o en situaciones especiales se combinaba con trabajo en el establecimiento, “pero en el contexto de cuarentena pasó, en muchos casos, a ser la modalidad exclusiva de trabajo”.

¿Quiénes usan más el teletrabajo y quiénes menos?

Esto analiza el informe:

Sin embargo, no todos los trabajadores pudieron hacer uso de esta modalidad. Fueron principalmente las personas asalariadas formales, con alto nivel educativo, con relaciones de empleo estables, en ocupaciones profesionales, gerenciales y administrativas, y por supuesto con acceso a las tecnologías necesarias para llevar a cabo sus tareas, quienes registraron los mayores aumentos del teletrabajo.

“accedieron menos al teletrabajo los trabajadores informales, cuentapropistas, jóvenes, de menores calificaciones y de bajos ingresos laborales”

Por otra parte, accedieron menos al teletrabajo los trabajadores informales, cuentapropistas, jóvenes, de menores calificaciones y de bajos ingresos laborales, quienes experimentaron las mayores pérdidas de empleo y de horas trabajadas, especialmente en la primera mitad de 2020.

En este punto, desde el análisis de la OIT, en una región caracterizada por estructuras laborales con baja intensidad global en el uso de TIC y elevadas brechas tecnológicas, “era esperable que la difusión de la modalidad de trabajo a domicilio y, en particular del teletrabajo, no fuera homogénea entre los diferentes grupos de trabajadores”.

Desafíos del teletrabajo

El informe destaca algunos aspectos relevantes que deben ser abordados para enfrentar los desafíos del teletrabajo:

  • Principio de voluntariedad y acuerdo entre las partes.
  • Organización y tiempo de trabajo.
  • Seguridad y salud en el trabajo.
  • Equipamiento y elementos de trabajo.
  • Protección del derecho de privacidad de los trabajadores.
  • Dimensión de género y teletrabajo.
  • El papel de los actores sociales.
  • Relación laboral y cumplimiento de la legislación.

Señala el informe:

Los temas de la seguridad social, del cumplimiento de las jornadas, de libertad de asociación, de acceso a la formación laboral, de salud y seguridad en el lugar de trabajo, entre otros, forman parte de los temas a considerar.

Desde el punto de vista de las empresas, el teletrabajo también representa desafíos para garantizar la continuidad de las operaciones y mantener los niveles de productividad requeridos para su supervivencia.

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