Este artículo fue publicado hace más de un año, por lo que es importante prestar atención a la vigencia de sus referencias normativas.
Para Mario Cruz, es importante la regulación de diversas modalidades de trabajo y velar porque los empleados tengan acceso a subsistemas de seguridad social.
El COVID-19 evidenció la desprotección de personas al no estar vinculadas formalmente y no recibir cobertura del sistema de seguridad social.
Mario Cruz, director de la Cámara de Seguridad Social y Vida de Fasecolda afirma en entrevista con Actualícese que la pandemia generada por el COVID-19 dejó por sentado la necesidad de reglamentar las modalidades de trabajo diferentes a la presencial.
«El teletrabajo y el trabajo en casa deben ser regulados de forma que se garantice que los trabajadores poseen todas las garantías para desarrollar su laborales», dice.
Adicionalmente, resalta que desde las ARL se han desarrollado actividades de promoción y prevención enfocadas en los requerimientos de seguridad y salud para trabajar desde casa, promoviendo la importancia de contar con sillas ergonómicas y buenas posturas, realizar pausas activas, entre otros.
Frente a un concepto que ha venido tomando fuerza en medio de esta coyuntura, como lo es la flexibilización laboral, Cruz dice que es importante la regulación de las diversas modalidades de trabajo y velar porque estas personas tengan acceso a los diferentes subsistemas de la seguridad social.
Para él, proyectos de ley como el del trabajo por horas son importantes debido a que determinan el marco legal para las relaciones empleador-empleado, enmarcadas en el concepto de flexibilización laboral.
«Teniendo en cuenta lo anterior, es necesario que se promueva el acceso de esta población al sistema de seguridad social, especialmente al subsistema de riesgos laborales que tiene una cobertura aproximada del 48 % de la población ocupada», sugiere.
Al hablar de balance sobre el trabajo en casa en medio de la pandemia, Cruz dice que, desde el inicio de los aislamientos obligatorios y preventivos, las empresas han tenido que adaptar sus ciclos productivos para hacer viable la ejecución de labores desde la casa, dotando a sus trabajadores de sillas ergonómicas, bases para computador, escritorios, computadores portátiles y de torre, entre otros.
Adicionalmente, las empresas y las ARL han promocionado actividades al interior de la casa, ofreciendo pausas activas dirigidas por videoconferencia, emisión de boletines de actividades para hacer en casa, etc.
«De esta forma, no solo los empleadores y los empleados se han adaptado a estas nuevas condiciones de trabajo, sino que también los agentes del sistema de seguridad social han transformado su labor de asesoría y acompañamiento a estas nuevas necesidades», señala.
Finalmente, consideramos que, con el objetivo de avanzar en la implementación del trabajo en casa en Colombia, las empresas deben hacer un seguimiento continuo a la forma en la que sus empleados están trabajando y si tienen los implementos necesarios para cumplir con sus funciones.
«De igual forma, es importante contar con un sistema de información sólido, que permita conocer la cantidad de colombianos que se encuentran trabajando desde la casa y las condiciones en las que lo están haciendo», puntualiza.
Desde la Federación de Aseguradores Colombianos consideran que el país requiere una reforma laboral que tenga en cuenta la realidad de nuestro mercado y las altas tasas de informalidad.
«El COVID-19 evidenció, de forma más profunda, la desprotección en la que se encuentran muchas personas al no estar vinculadas formalmente y no recibir cobertura integral del sistema de seguridad social. Si bien se han realizado avances para la formalización y el empleo, como el piso mínimo de protección social, todavía hay un importante camino por recorrer», piensa.
De igual forma, en materia laboral es importante seguir velando por el cierre de brechas, propiciando el acceso al mercado laboral por parte de jóvenes y reduciendo las diferencias salariales y de acceso en términos de género.
Lo anterior, resaltando que la pandemia generada por el COVID ha intensificado estas brechas, con balances como una mayor pérdida de empleo por parte de mujeres.
Finalmente, concluye que se debe adecuar el Código Sustantivo del Trabajo a los contextos de pandemia y pospandemia y retos del siglo XXI, teniendo en cuenta modalidades de trabajo como el teletrabajo, trabajo en casa, semipresencialidad, trabajo por horas, entre otros.
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