Continuando con este especial previo al Día del Contador, dialogamos con Leonardo Varón García, miembro del Consejo Técnico de la Contaduría Pública, quien afirma que las instituciones educativas deben propender por conseguir docentes que generen impacto en los estudiantes, con liderazgo en su sector y que promuevan el estudio crítico.
Continuando con este especial previo al Día del Contador, dialogamos con Leonardo Varón García, miembro del Consejo Técnico de la Contaduría Pública, quien afirma que las instituciones educativas deben propender por conseguir docentes que generen impacto en los estudiantes, con liderazgo en su sector y que promuevan el estudio crítico.
El mayor reto que tienen los contadores públicos este año es la actualización en temas relacionados con los marcos normativos de información financiera y las normas tributarias. La aplicación de los nuevos marcos normativos exige mayores retos en la medida que estos se aplican en una entidad, porque los efectos sobre el análisis financiero, decisiones de junta directiva, entre otros, se empiezan a sentir después de la implementación de los marcos normativos y al segundo año de su aplicación, que es donde las decisiones (en la práctica) empiezan a tomarse sobre dicha información financiera.
En mi concepto el perfil de un contador público debe incluir conocimientos en lo siguiente:
Es necesario educar al contador profundamente, en áreas de negocios, aseguramiento de la información, contabilidad, impuestos y, en general, en todo lo relacionado con el mundo de los negocios. Las instituciones educativas deben propender por conseguir docentes que generen impactos en los estudiantes, que tengan liderazgo en su sector, que promuevan el estudio crítico y que profundicen en los temas relevantes para la profesión.
Nuestro plus es ser parte del mundo de los negocios, es la posibilidad de participar activamente en el desarrollo económico del país a través de la asesoría a los empresarios, los aportes en las áreas contables, tributarias y de aseguramiento y, en general, contribuir a la confianza pública en las entidades que presentan información financiera a terceros. En un mundo empresarial rodeado de turbulencias fiscales y financieras, el contador público es parte de la solución.
Que tenga como pilar en su vida tres cosas: desarrollar la confianza en un ser supremo, al que se le debe pedir sabiduría con el objetivo de actuar con prudencia y sigilo profesional ante situaciones sospechosas; desarrollar una fuerte relación con su pareja e hijos (para los que lo tienen) u otros familiares cercanos, para apoyarse mutuamente en temas de crisis y formar un carácter ético ante los clientes; y tomar como práctica profesional la actualización permanente, la cual debe realizarse de dos maneras, el autoestudio (lectura y generación de escritos sobre temas de la profesión) y la actualización profesional permanente (ojalá cada año) a través de cursos de duración superior a 40 horas, con el objetivo de fortalecer su criterio profesional.
Lo importante es ponernos de acuerdo en lo fundamental, en qué es lo mejor para la profesión contable, llegar a consensos respecto de los cambios que deben surgir en la profesión para que mejore la confianza pública en los trabajos en los que intervenga un contador público en su carácter de auditor o asegurador de la información financiera.
También es importante trabajar de forma mancomunada, aunque pensemos diferente, colocando los objetivos de la profesión como la bandera de cualquier proyecto.
La pelea entre firmas extranjeras y firmas locales, ya fue concluida, y como ya lo sabemos, los perdedores fuimos quienes nos hemos venido atrasando en temas fundamentales de la profesión.