Desde el punto de vista del Observatorio Fiscal de la Universidad Javeriana, las exenciones tributarias creadas para las empresas a través de la Ley de financiamiento han hecho que el recaudo disminuya. La caída de la Ley 1943 de 2018 seguramente hará que se cumpla con la regla fiscal.
Desde el punto de vista del Observatorio Fiscal de la Universidad Javeriana, las exenciones tributarias creadas para las empresas a través de la Ley de financiamiento han hecho que el recaudo disminuya. La caída de la Ley 1943 de 2018 seguramente hará que se cumpla con la regla fiscal.
La decisión de la Corte Constitucional de declarar inexequible la Ley de financiamiento a partir de enero 1 de 2020 tiene consecuencias para el manejo del presupuesto del país, a nivel tributario y para la representación democrática en la toma de decisiones sobre el uso de los recursos públicos.
En primer lugar, según las mismas proyecciones del Ministerio de Hacienda al momento de debatir la Ley de financiamiento en el Congreso, una caída de la ley representa un aumento en el recaudo tributario. Así lo analiza el Observatorio fiscal de la Pontificia Universidad Javeriana.
Lo anterior quiere decir que la situación fiscal del país no empeora, sino que mejora con la caída de la Ley de financiamiento, y cualquier insinuación de lo contrario carece de sustento económico.
Según la entidad, en 2018, mientras se discutía el proyecto de ley, la prensa internacional financiera reportó la preocupación sobre cómo el recorte de impuestos a las empresas, de la mano de exenciones tributarias, reduciría el recaudo tributario en Colombia, y por lo tanto ponía en duda la sostenibilidad fiscal del país a partir del 2020.
Por tal motivo, como lo asegura la entidad, la caída de la Ley de financiamiento hace más factible cumplir con la regla fiscal y mantener una buena calificación con las calificadoras de crédito, para las cuales su principal preocupación es que los gastos del Gobierno no excedan sus ingresos.
«Este aumento de ingresos tributarios reduciría, además, la necesidad que ha manifestado el Ministerio de Hacienda de vender activos del Estado para financiar su funcionamiento», indica el análisis del observatorio.
El objetivo principal de los recortes de impuestos a las empresas, que ahora se caen con la decisión de la Corte Constitucional, era estimular la inversión en Colombia. Ante esto, es pertinente la preocupación de que los inversionistas prefieran ambientes de impuestos más bajos.
«Además, es cierto que existe una tendencia internacional hacia la reducción del impuesto a la renta corporativa, pero hay que tener en cuenta que simplemente porque algo sea tendencia internacional no quiere decir que sea bueno. De hecho, una de las principales preocupaciones en el ámbito tributario internacional es la competencia tributaria entre países, fenómeno en el cual los gobiernos compiten el uno contra el otro por atraer empresas bajando los impuestos de todos», argumenta el análisis del observatorio.
Esto reduce el recaudo tributario a nivel mundial, y lleva a que las corporaciones pertenecientes a las personas más adineradas del planeta paguen cada vez menos impuestos. El observatorio sustenta su afirmación con un argumento realizado por los economistas de la Universidad de Berkeley, Emmanuel Saez y Gabriel Zucman, en el editorial The rich really do pay lower taxes than you, publicado en el New York Times.
El análisis del observatorio concluye asegurando que la mejor opción que se tiene por delante es debatir, por fin, una reforma tributaria estructural, que se base en las preocupaciones de la sociedad civil y se apoye en las recomendaciones hechas por la academia.
«La Ley de financiamiento se pasó en oposición a las preocupaciones de un nutrido grupo de más de 70 académicos, doctores en economía y profesores de las universidades Javeriana, Rosario, Andes, Externado, Nacional, y otras. Entre otras cosas, la carta de los académicos se oponía a las exenciones tributarias creadas para las empresas en la ley, que precisamente son la principal medida que se cae con la decisión de la corte», concluye.