Álvaro Fonseca, Flor Stella Quiroga y Daniel Sarmiento comparten su punto de vista sobre la posición que tienen los contadores públicos colombianos alrededor de las oportunidades laborales que se les puede abrir en el exterior, de la mano del conocimiento de los Estándares Internacionales.
Álvaro Fonseca, Flor Stella Quiroga y Daniel Sarmiento comparten su punto de vista sobre la posición que tienen los contadores públicos colombianos alrededor de las oportunidades laborales que se les puede abrir en el exterior, de la mano del conocimiento de los Estándares Internacionales.
Álvaro Fonseca Vivas, contador público y revisor fiscal con experiencia en auditoría financiera, forense y de gestión, y magíster en docencia afirma que para el caso colombiano los contadores públicos todavía no cuentan con un mayor espectro laboral a nivel internacional.
“Los contadores realmente no están preparados para enfrentar con seriedad lo que son los reportes financieros presentados tal como lo exigen los Estándares Internacionales. No se han preparado lo suficiente, y los que lo están haciendo lo vienen realizando en organizaciones empresariales que son sucursales de multinacionales; de ahí la gran ventaja de manejarlas”, piensa.
Para él, la competencia cada día es mayor por el desconocimiento que se mantiene, incluyendo tanto el de los profesores de las grandes ciudades como el de los de los municipios, que mucho menos han tenido la preparación suficiente en el tema.
“En especial en los ejercicios, que para cada organización empresarial son diferentes, por las actividades que desarrolla, por lo que sus políticas y procedimientos son distintos los unos de los otros, como también lo son el catálogo y la taxonomía de la presentación de los registros contables de la de los reportes, y el aseguramiento de la calidad”, afirma.
Flor Stella Quiroga Mora, presidente nacional del Colegio de Contadores Públicos de Colombia –Conpucol– dice que nuestro país tiene una economía emergente abierta a la globalización.
“En el plano internacional hoy se observan con mayor fuerza migraciones de profesionales a centros de servicios compartidos por demanda laboral, que, por supuesto, exigen mayor competencia profesional y conocimiento específico que responda a necesidades globales”, explica.
A nivel local, los requerimientos de labor continúan y crecen cotidianamente, pero el empresariado nacional busca cada vez más movilidad en el mercado internacional, lo cual también exige mayor conocimiento y rigor en el servicio profesional que se oferta.
“En síntesis, sí hay trabajo para los contadores, tanto en el contexto local como fuera del territorio; lo que ha cambiado es el tipo de demanda de mano de obra por una más competitiva, para la cual no todos los contadores aplican, lamentablemente”, puntualiza Quiroga Mora.
A Daniel Sarmiento Pavas, contador público, socio director ACS-SMS Colombia, no le parece que la demanda de contadores se amplíe como consecuencia de la normatividad. Piensa que lo que cambia es el perfil exigido, y es ahí donde se abren posibilidades para los mejor preparados.
“Sin embargo, el asunto no mejorará mientras no haya una acción supervisora efectiva de la Junta Central de Contadores –JCC–. La junta visita a los contadores, pero los resultados de las revisiones terminan naufragando porque el Tribunal Disciplinario de la JCC no abre los procesos. Esto permite que muchos colegas no cumplan con los requerimientos técnicos y sigan ejerciendo con tarifas muy bajas, en razón del poco tiempo que les dedican a sus clientes”, critica.
Por otro lado, hay una evidente sobreoferta en la profesión, que el mercado no puede absorber. Alrededor del 90 % de las empresas en Colombia no necesita un contador permanente ni un revisor fiscal.
“En un entorno como el nuestro, el cumplimiento normativo tiene que ser coercitivo, porque de lo contrario es inútil, y no hay coerción si la junta no ejerce acción disciplinaria”, argumenta Sarmiento Pavas.