Paula Franco, presidente de la OCC, afirma que las «armas» del contador del futuro son la visión estratégica y el marketing digital.
Hoy, el contador público debe tener en cuenta todos los cambios legislativos, en diferentes áreas, y cultivar una relación cercana y abierta con su cliente.
Paula Franco, presidente de la OCC, afirma que las «armas» del contador del futuro son la visión estratégica y el marketing digital.
Hoy, el contador público debe tener en cuenta todos los cambios legislativos, en diferentes áreas, y cultivar una relación cercana y abierta con su cliente.
La Orden de Contadores Certificados –OCC, por sus siglas en portugués– es la asociación más grande de profesionales contables certificados que tiene Portugal (alrededor de 69.000 miembros).
Esta organización es reconocida por las más prestigiosas organizaciones contables en el mundo como la International Federation of Accountants –IFAC–, la European Federation of Accountants and Auditors for SMEs –EFAA–, el Comité de Integracion Latino Europa-América –CILEA– y la Fédération des Experts Comptables Mediterranéens –FCM–.
Paula Franco es presidenta de la OCC y vicepresidenta del CILEA. Actualícese dialogó con ella para conocer el punto de vista que se tiene desde el continente europeo sobre la actualidad de los contadores públicos.
Desde su perspectiva, el contador público ya no es visto únicamente como la persona que maneja libros contables:
«Este es un camino que, al menos en Portugal, se está haciendo. Gradualmente, es cierto, pero hemos notado una nueva actitud hacia una profesión, aún muy joven en términos de regulación, y que tiene un gran margen de progreso, en términos de reconocimiento social».
Franco narra que la Orden ha promovido varias iniciativas en las que se han reunido a contadores certificados, empresarios y gerentes, para discutir y debatir problemas comunes, y la respuesta que se ha recibido es que el mensaje se está transmitiendo con éxito. Se está expandiendo la función del contador público.
Afirma que el contador público de hoy se puede considerar más como un asesor financiero de las empresas. «La cuestión del cumplimiento de las obligaciones tributarias es importante a diario, pero está perdiendo relevancia, también debido a la digitalización de la profesión», puntualiza.
El contador público juega un papel decisivo como asesor y socio de gerentes y empresarios para apoyar la toma de decisiones. Resalta que las grandes «armas» del contador del futuro son la visión estratégica para comunicarse mejor, y apostar por el marketing digital.
Para ella, las Normas Internacionales de Información Financiera –NIIF– han convertido la contabilidad en un fenómeno de dependencia entre países y economías a escala mundial, lo que ha generado problemas a nivel internacional.
«Es esta creciente interdependencia la que hemos ido profundizando en el ámbito de las relaciones internacionales que la OCC mantiene en entidades prestigiosas como IFAC, EFAA o CILEA. Estas son lecciones y experiencias que buscamos incorporar internamente en nuestro país», declara.
Frente a los temas en los que debe prepararse un contador público para ser competitivo, Franco dice que la digitalización está cambiando las profesiones y el contador público no escapa a este paradigma.
«Por lo anterior, en septiembre del año anterior celebramos un congreso bajo el tema «Liderando la profesión digital». Queremos liderar este proceso y no ser arrastrados. Hace toda la diferencia. Hemos hecho una fuerte conciencia entre nuestros miembros para anticipar el futuro, que, en esencia, ya es el presente, porque queremos que nadie se quede atrás. Es en los grandes desafíos que se ve la fibra de grandes profesiones y grandes profesionales», resalta.
La presidenta de la OCC, dice que la mejor «publicidad» que los contadores públicos pueden hacer por su trabajo es privilegiar los valores de calidad y lealtad.
«Debe tener en cuenta todos los cambios legislativos, en diferentes áreas, y cultivar una relación cercana y abierta con su cliente. Estos son ingredientes para reforzar la relación, que pretende ser cada vez más profunda, entre el contador y su cliente, entendida en una lógica de asociación», aconseja.
Finalmente, sobre la posición y lo que debería aportar la Contaduría Pública alrededor del cambio climático, Franco dice que los contadores públicos viven en la comunidad y, como tal, tienen el papel fundamental de incorporar la responsabilidad social en las buenas prácticas gubernamentales, organizaciones sin fines de lucro y pequeñas, medianas y grandes empresas.
«Deben ser proactivos en el desarrollo e implementación de estrategias para mitigar los efectos del cambio climático. La sostenibilidad es un valor que debe enmarcar la actividad de cualquier profesión en las sociedades modernas, para proteger a las generaciones futuras», concluye.