La revaluación de los elementos de la propiedad, planta y equipo genera incrementos patrimoniales que deben ubicarse en el “otro resultado integral” –ORI–. Este superávit puede reclasificarse a resultados, a medida que se deprecia el activo o, en su defecto, cuando este sea vendido.
La revaluación de los elementos de la propiedad, planta y equipo genera incrementos patrimoniales que deben ubicarse en el “otro resultado integral” –ORI–. Este superávit puede reclasificarse a resultados, a medida que se deprecia el activo o, en su defecto, cuando este sea vendido.