La iniciativa original planteaba que los empleadores que contrataran a menores de 28 años, en su primer empleo, no tendrían que pagar aportes a pensión y salud, ni parafiscales.
Los efectos puntuales del programa tendrán que ser evaluados posteriormente a partir de datos econométricos.
La iniciativa original planteaba que los empleadores que contrataran a menores de 28 años, en su primer empleo, no tendrían que pagar aportes a pensión y salud, ni parafiscales.
Los efectos puntuales del programa tendrán que ser evaluados posteriormente a partir de datos econométricos.
Como lo describimos en nuestro editorial Subsidio para impulsar el empleo y Estado Joven, estrategias para disminuir desempleo en jóvenes el presidente Iván Duque anunció el 17 de mayo de 2021 que el primero de julio se comenzará con un programa de generación de empleo juvenil.
Este consiste en subsidiar el equivalente al 25 % del salario mínimo legal mensual vigente, es decir, los costos de la seguridad social, para que se contraten formalmente jóvenes entre 18 y 28 años; pueden ser empleadores personas naturales o jurídicas, pero deben estar inscritos en el PILA.
Duque dijo que la decisión se toma teniendo en cuenta “la necesidad de brindar oportunidades, sobre todo en estos momentos de afectación de la pandemia, a tantos jóvenes que quieren tener esa primera oportunidad laboral y que necesitan tenerla para su bienestar y el de sus familias”.
De esta forma, se inicia un plan de choque para estimular el empleo de la juventud de nuestro país, subsidiando ese 25 % que equivale a la seguridad social, y que estará vigente por un año. La idea es que el Congreso de la República amplíe el programa con el tiempo, pensando en el bienestar de los jóvenes.
Desde el punto de vista del Observatorio Fiscal de la Universidad Javeriana, y como lo expone en su columna Más empleo para los jóvenes: el asunto no es cómo sino con qué, esta idea retoma líneas de lo propuesto por el Gobierno nacional en el fracasado proyecto de reforma tributaria.
«La iniciativa planteaba que los empleadores que contrataran a personas menores de 28 años en su primer empleo no tendrían que pagar aportes a pensión y salud, ni parafiscales –ese costo lo asumiría el Estado–. La idea era positiva. Y lo sigue siendo. El detalle estaba en la fuente de financiación. Promover el enganche laboral de los ciudadanos más jóvenes siempre será deseable; el problema está en, por ejemplo, sacar el dinero para hacerlo a costa de incrementos en el IVA en medio de la peor crisis económica del país», explica el Observatorio.
Para la entidad, un programa puede ser bueno, lo cual no implica que también lo sea su fuente de financiación, tampoco implica que sea la única fuente posible. La iniciativa constituye un buen estímulo para aumentar el empleo entre los colombianos más jóvenes. Los efectos puntuales del programa tendrán, eso sí, que ser evaluados posteriormente a partir de datos econométricos.
«Este anuncio de fomento al empleo juvenil se suma al hecho del anuncio de la matrícula cero para estudiantes de universidades públicas de estratos 1, 2 y 3 –constituyendo una serie de programas con los que el Gobierno nacional busca acercarse a los jóvenes con el objetivo de encontrar salidas al paro nacional, que completa hoy tres semanas», resalta el Observatorio.
«Por otra parte, se da por descontado que se buscará darles a estos anuncios un marco normativo más sólido y una mayor vigencia en el tiempo mediante el proyecto de reforma tributaria que se radique ante el Congreso en los meses por venir. Lo que habrá que analizar son las fuentes de financiación –más que las iniciativas, positivas en su mayoría–», agrega.
Y como el punto es saber de dónde saldrá la plata para hacerlo. Aquí, el Gobierno intentó echar mano del bolsillo de los colombianos que viven de su salario, a través de un proyecto de reforma tributaria que al final se derrumbó.
Se destaca entonces la propuesta de la Red de Trabajo Fiscal como una respuesta al problema de financiamiento del país, cuya idea es recaudar cerca de 20 billones de pesos –eliminando beneficios tributarios a empresas y aumentando los impuestos que pagan el 1 %, 0,1 %, 0,01 % y 0,001 % de los colombianos de más altos ingresos. Una propuesta que no incluye cambios al IVA ni sube ningún impuesto al consumo.