¿Cuál es el escenario laboral optimista y pesimista planteado por la OIT para lo que resta del año?
Durante el segundo trimestre del año se perdieron 400 millones de empleos. Además, el 93 % de los trabajadores cuenta con restricciones laborales.
Si hoy se levantaran las restricciones, se prevé una disminución en la pérdida de horas de trabajo de 4,9 % (140 millones de empleos a tiempo completo).
Durante el segundo trimestre del año se perdieron 400 millones de empleos. Además, el 93 % de los trabajadores cuenta con restricciones laborales.
Si hoy se levantaran las restricciones, se prevé una disminución en la pérdida de horas de trabajo de 4,9 % (140 millones de empleos a tiempo completo).
En su más reciente informe, titulado La COVID-19 y el mundo del trabajo: estimaciones actualizadas y análisis, publicado por el Observatorio de la Organización Internacional del Trabajo –OIT–, la entidad indica que la cantidad de horas de trabajo perdidas a nivel mundial en el primer semestre de 2020 fue más alta de lo que se había estimado.
De igual forma, durante la segunda mitad de este año la recuperación será sumamente incierta y no será suficiente para regresar a los niveles anteriores a la pandemia, aun en el mejor de los escenarios, y se corre el riesgo de ver una pérdida constante de empleos a gran escala, advierte la entidad.
«Las horas de trabajo, a nivel mundial, tuvieron una disminución del 14 % en el segundo trimestre de 2020, lo que equivale a perder 400 millones de empleos a tiempo completo (sobre la base de una semana laboral de 48 horas)», indica el informe.
Este es un incremento considerable respecto de las estimaciones del Observatorio, que preveía una disminución de 10,7 % (305 millones de empleos).
La gran mayoría de los trabajadores del mundo, el 93 %, sigue viviendo en países con algún tipo de cierre de los lugares de trabajo, y América Latina experimenta las mayores restricciones.
Tres escenarios para la recuperación en el segundo semestre del año
El informe presenta tres escenarios para la recuperación en el segundo semestre de 2020:
- El modelo de base: supone un repunte de la actividad económica en línea con las previsiones actuales, el levantamiento de las restricciones en el lugar de trabajo y la recuperación del consumo y de las inversiones. Este escenario prevé una disminución en la pérdida de horas de trabajo de 4,9 %, equivalente a 140 millones de empleos a tiempo completo.
- Un escenario pesimista: en caso de que se presente una segunda ola de la pandemia y el regreso de las restricciones, lo cual retrasaría la recuperación de forma significativa. Como consecuencia se produciría un descenso de las horas de trabajo en un 11,9 % (340 millones de empleos a tiempo completo).
- Un escenario optimista: las actividades de los trabajadores se reanudarán rápidamente, impulsando significativamente la demanda agregada y la creación de empleos. Con esta recuperación veloz, la pérdida de horas de trabajo disminuiría hasta un 1,2 % (34 millones de empleos a tiempo completo).
Mujeres, las más afectadas por la pandemia
Las mujeres han sido afectadas de forma desproporcional por la pandemia, lo que crea el riesgo de que los modestos progresos en materia de igualdad de género alcanzados en las últimas décadas se pierdan, y que las desigualdades de género relacionadas con el trabajo se agudicen.
«El grave impacto del COVID-19 sobre las mujeres está relacionado con su sobre-representación en algunos de los sectores económicos más afectados por la crisis. A nivel mundial, casi 510 millones, 40 %, de todas las mujeres empleadas trabajan en los cuatro sectores más afectados, frente a 36,6 % de hombres», indica el informe.
Las mujeres también predominan en los sectores del trabajo doméstico, la asistencia sanitaria y los servicios sociales, donde corren mayores riesgos de perder su ingreso, de infección y de transmisión, y es menos probable que tengan protección social.
Desafíos frente al futuro
Aunque los países a nivel mundial han adoptado medidas con gran velocidad y un alcance sin precedentes, el Observatorio de la OIT destaca algunos de los desafíos que son necesarios enfrentar:
- Encontrar el equilibrio y la secuencia adecuados entre las intervenciones sanitarias y económicas, y entre las intervenciones sociales y políticas, con el objetivo de producir óptimos resultados sostenibles en el mercado de trabajo.
- Implementar y mantener intervenciones políticas a la escala necesaria, cuando es probable que los recursos sean cada vez más limitados.
- Proteger y promover las condiciones de los grupos vulnerables, desfavorecidos y más afectados, para que los mercados de trabajo sean más justos y equitativos.
- Garantizar la solidaridad y el apoyo internacional especialmente para los países emergentes y en desarrollo.
- Fortalecer el diálogo social y el respeto de los derechos.