Para Juan Pablo Chaustre, las habilidades blandas son necesarias para acceder a todo tipo de ofertas laborales.
Ramiro Bado dice que las compañías deben buscar profesionales con habilidades blandas y conocimientos técnicos.
Las empresas que potencian a sus colaboradores pueden aumentar su eficiencia.
Para Juan Pablo Chaustre, las habilidades blandas son necesarias para acceder a todo tipo de ofertas laborales.
Ramiro Bado dice que las compañías deben buscar profesionales con habilidades blandas y conocimientos técnicos.
Las empresas que potencian a sus colaboradores pueden aumentar su eficiencia.
Tercerizar servicios es una muy buena alternativa para lograr organizaciones más rentables y competitivas. Al respecto, las posiciones laborales que más están demandando las compañías son las siguientes: operarios de producción, mensajeros, auxiliares de servicios generales, auxiliares de bodega o de logística y asesores comerciales.
Juan Pablo Chaustre, gerente general de Staffing de Colombia, grupo empresarial con experiencia en el sector de las empresas de servicios temporales –EST– y outsourcing, afirma que la temporalidad es una alternativa y una herramienta que las organizaciones han encontrado para enfrentar la compleja situación.
«Con ello se permite manejar un esquema que flexibiliza sus finanzas y solucionar problemas como ausencias por las cuarentenas preventivas y otras variables, además les permite adaptarse al mercado con unas nuevas dinámicas», indica.
Entre las nuevas tendencias se encuentran las habilidades blandas. Para Chaustre, actualmente las personas deben tener en cuenta esas habilidades blandas o soft skills, las cuales serán necesarias para acceder a todo tipo de ofertas laborales.
Según el Foro Económico Mundial, las habilidades humanas aumentarán de valor en la medida que también lo hagan la tecnología y la automatización. Entre ellas encontramos, por ejemplo, la originalidad, la iniciativa y el pensamiento crítico.
Por su parte, un análisis de LinkedIn detalla que las habilidades blandas son claves, ya que las máquinas, robots e inteligencia artificial no pueden alcanzarlas. En 2019, las más buscadas por las compañías fueron la creatividad, persuasión, colaboración, adaptabilidad y manejo del tiempo.
“Las empresas requieren diferentes tipos de aptitudes y actitudes. Son tiempos volátiles. Veíamos que las habilidades blandas venían ganando relevancia, pero con todo lo generado por el COVID-19 se dispararon las solicitudes por personal con este tipo de capacidades; resolución de conflictos, orientación al servicio, flexibilidad, manejo de personal, adaptación a los cambios, inteligencia emocional, capacidad de escucha, trabajo en equipo, habilidades de comunicación y proactividad son muy importantes a la hora de evaluar posible personal para enviar a las empresas”, detalla Chaustre.
Desde el punto de vista de Hays, consultora en selección especializada, este año se puede considerar un año de relevo generacional en el mercado laboral, en el que se reflejan nuevos modelos flexibles de trabajo.
De igual manera, se ven beneficios emocionales para los empleados y la competencia de las habilidades blandas como complemento a la especialización y a la experiencia laboral.
Por lo anterior, habilidades como la capacidad de resolución de problemas, la resiliencia y la adaptación al cambio serán cada vez más demandadas por la industria, en tanto la transversalidad de la tecnología será un determinante de cambio permanente.
“Nos encontramos frente a un escenario en donde la curiosidad por el aprendizaje nuevo mantiene vigente y actualizado el campo de acción y la orientación de los profesionales, convirtiendo al trabajador en un activo importante para la compañía”, afirma Ramiro Bado, director en Hays Colombia.
Según esta firma, el 40 % de los empleadores consideran estas competencias como primordiales a la hora de reclutar a un aspirante. La capacidad de consolidar y agregar valor a través de las relaciones interpersonales y la inteligencia emocional se están convirtiendo rápidamente en características que resaltan en un candidato frente a las organizaciones.
De esta forma, las compañías buscarán profesionales con un equilibrio entre habilidades blandas y conocimientos técnicos, porque serán fundamentales tanto en el proceso de desarrollo profesional del colaborador como en el crecimiento de la organización.
Chaustre explica que muchas personas tienen habilidades blandas de forma innata, pero también el mercado ofrece programas que ayudan a desarrollarlas o manejarlas de cierto modo, para quienes creen que no lo pueden lograr.
Por otra parte, las empresas deben entender que quienes las poseen puedan aprovecharlas a favor del trabajo.
«Hay que salirse un poco del molde tradicional y emplear nuevas metodologías dentro de las empresas», sugiere.
Frente al tema de los resultados, empresas que potencian a sus colaboradores en habilidades blandas pueden mejorar el clima laboral, aumentar su eficiencia y la competitividad, además de tomar las mejores decisiones para el negocio.