Este artículo fue publicado hace más de un año, por lo que es importante prestar atención a la vigencia de sus referencias normativas.
Hay una transformación dentro de la profesión contable, así como a propósito de habilidades requeridas para mantenerse al día en ella. El papel del contador público está cambiando, se precisa de la combinación de un alto coeficiente intelectual y habilidades blandas. A continuación las describimos.
Si bien el cumplimiento y la garantía siguen siendo prioritarios en la agenda empresarial, en el panorama actual los clientes de los contadores públicos requieren también de contabilidad y asesoramiento. Necesitan un asesor de negocios. Este es el planteamiento del artículo publicado en www.accountancyage.com, titulado Accounting reinvented: softly does it.
“Hoy, la contabilidad es más que solo un cálculo numérico y las habilidades blandas se convierten en los diferenciadores clave en el trabajo moderno, dejando su huella en el proceso de reclutamiento”, indica el artículo.
Paul Eagland, socio director de BDO, reconoce la transformación que ocurre dentro de la profesión y en relación con las habilidades requeridas para mantenerse al día: “el papel de un contador está cambiando tan rápido como el mundo en que vivimos. Se necesita un alto coeficiente intelectual para resolver los difíciles problemas técnicos de los clientes”, asegura en el artículo.
Para Eagland, los impuestos, la auditoría y el asesoramiento son disciplinas intelectualmente rigurosas, en las que la lógica es esencial. Igualmente, los negocios se basan en relaciones que florecen con una comunicación honesta y transparente, y es por eso que el coeficiente intelectual es tan importante. Adicional a ello, ahora se necesita de una tercera habilidad: el cociente digital.
La publicación asegura que la automatización y la inteligencia artificial aumentan la dependencia que tiene el experto contable de las habilidades blandas, y ante la irrupción digital continua los profesionales deben afinar estos talentos. Si las habilidades blandas son tan importantes como la competencia técnica y la aptitud, ¿cuáles de ellas encabezan la lista?
Esta cualidad no implica solo ser un buen jefe, sino ser alguien que pueda asumir un rol más importante cuando sea el momento adecuado, demostrando pensamiento estratégico y capacidad de planificación a largo plazo. “Dado que, en la mayoría de las responsabilidades, completar una auditoría o supervisar el trabajo de un departamento completo, requiere cierto nivel de autonomía, los profesionales que pueden intensificar y tomar la iniciativa agregan un valor incalculable a una organización”, indica la publicación.
Existe una creciente necesidad en el campo de la contabilidad de contar con empleados que puedan colaborarse y comunicarse efectivamente. Las buenas habilidades de comunicación son esenciales cuando se presenta y traduce información financiera a otros departamentos, y ser capaz de comunicarse, interpretar datos y compartir resultados de manera clara e integral es una habilidad crítica.
Los contadores deben ser más concisos y eficaces a la hora de elaborar correos electrónicos, cartas, herramientas de comunicación visual y presentaciones, para así garantizar que la información financiera llegue a las personas adecuadas y se tomen las decisiones correctas en beneficio de la organización.
Las buenas habilidades de gestión del tiempo van de la mano con fuertes capacidades organizativas. Con el aumento de las cargas de trabajo y la reducción de los plazos es importante que todos los contadores puedan priorizar ciertos elementos de su carga efectivamente, demostrar su capacidad para trabajar dentro de los límites del tiempo y seguir priorizando continuamente determinados puntos de la lista de tareas pendientes.
“¿Puede manejar desacuerdos, conflictos, decepciones y diferencias de opinión profesionalmente? ¿Puede llevarse bien con las personas y encajar en la cultura social de la organización? Es fácil trabajar con contadores con un coeficiente intelectual alto, especialmente en tiempos de alto estrés, y esa es una cualidad vital en el clima corporativo actual”, se pregunta y sugiere la publicación.
A medida que las prácticas contables se alejan del cumplimiento y van hacia un mayor asesoramiento, y a medida que los clientes experimentan problemas cada vez más complejos, los contadores deben estar preparados para sortear desafíos imprevistos. Deben desarrollar el pensamiento crítico y la resolución de problemas como parte de sus habilidades blandas, para entregar resultados confiables y precisos, evitando errores financieros costosos y minimizando los riesgos asociados a su trabajo.
Fundada en el año 2000 con la misión de “elevar el nivel profesional del Contador Público”
