Falta de credibilidad se expresa en la incertidumbre que viven afiliados y pensionados, al ver amenazadas sus expectativas de pensión.
Se piensa que beneficios del sistema pensional van a parar a manos de una minoría.
Afiliados no saben si el manejo de su portafolio es óptimo.
Falta de credibilidad se expresa en la incertidumbre que viven afiliados y pensionados, al ver amenazadas sus expectativas de pensión.
Se piensa que beneficios del sistema pensional van a parar a manos de una minoría.
Afiliados no saben si el manejo de su portafolio es óptimo.
Juan Pablo Córdoba Garcés, presidente de la Bolsa de Valores de Colombia, y Gabriel Piraquive Galeano, director de estudios económicos del Departamento Nacional de Planeación, en su estudio Escenarios de ajuste al sistema pensional colombiano afirman que el sistema pensional colombiano presenta tres grandes problemas:
Estos tres grandes problemas se expresan en:
«Podríamos decir que el problema pensional colombiano tiene dos expresiones: los riesgos de arbitraje entre los dos sistemas y los asociados a la transición y el desequilibrio generado por los altos subsidios que demanda la garantía de pensión mínima debido al bajo nivel de ahorro aportado por los beneficiarios del sistema. A ello se suma, que por las imperfecciones del mercado laboral solo una cuarta parte de los afiliados logran una pensión», indica el estudio.
Según los autores, la falta de credibilidad se expresa en la constante incertidumbre que viven afiliados y pensionados por cuanto ven amenazados sus beneficios o sus expectativas de pensión debido a la necesidad permanente de estar ajustando las reglas de beneficios y aportes al sistema.
La falta de credibilidad también se manifiesta en que los beneficios del sistema solo son para una minoría y la estrategia de comunicación de analistas, administradores y el Gobierno enfatiza en los grandes subsidios que entrega uno y otro régimen, en contraste con los afiliados que no tienen la fortuna de permanecer en el sistema o solo pueden lograr subsidios muy pequeños.
«Solo el 20,9 % de la población en edad para trabajar menor a 55 años está aportando; esto es el 32,3 % de la población ocupada. Así mismo, solo el 17, 6 % de la población mayor de 55 años tiene pensión y 24,1 % de la población de más de 65 años», indica el estudio.
También existe una falta de educación financiera, ya que en un sistema cada vez más complejo los afiliados no saben si el manejo de su portafolio es óptimo, ni tampoco conocen los riesgos a los que están expuestos, lo cual conlleva a malas decisiones y a desconfiar aún más del sistema.
«Los retiros programados no los entiende la gran mayoría de afiliados y las rentas vitalicias tienen el riesgo de los aumentos en el salario mínimo al igual que la garantía de pensión mínima», afirma el estudio.