Hasta el próximo 14 de febrero los empleadores tienen plazo de consignar las cesantías de sus empleados. La idea es que a los colombianos no les pique el bolsillo y se las gasten innecesariamente.
Sabía usted que el ahorro de las cesantías podría evitar que una persona se endeude para pagar la universidad de sus hijos o para pagar un crédito de vivienda. Se dice que una persona que hace 10 años proyectó sus cesantías como un ahorro, podría haber duplicado su ingreso real por este concepto frente al de aquella que decidió retirarlas y gastarlas año tras año tan pronto se las consignaban.
Lo anterior tiene el firme propósito para que los colombianos tengamos la cultura de ahorrar. Cabe recordar que el próximo martes 14 de febrero vence el plazo para que las empresas consignen las cesantías de sus empleados. Si este dinero es bien administrado, podría ser un puente para alcanzar metas.
Una sabia recomendación para los empleadores es que realicen el pago de este auxilio a los empleados oportunamente dentro de los términos que fija la ley, y de esta forma evitar dolores de cabeza y sanciones que se traduzcan en gastos mayores.
Sin embargo, la responsabilidad del empleador no es solo la de pagar oportunamente. Es bueno realizar un trabajo de concientización y de control que evite que ese dinero sea utilizado en fines diferentes a los que sugiere la ley. La idea siempre será incentivar el ahorro.
Las estadísticas indican que alrededor del 56% de los recursos se destina a remodelación de vivienda, punto donde el control de los empleadores sobre los recursos que salen de los fondos es muy pobre.
Como lo publica Finanzas Personales, a pesar de las campañas para fomentar la cultura de ahorro entre sus usuarios, las cesantías han perdido la finalidad para la cual fueron creadas. Esto es, que el trabajador cuente con un ahorro que le permita atender sus necesidades básicas para cuando queden cesantes, de allí su nombre. O un modo de incrementar el patrimonio familiar al invertir en vivienda o educación.
Los expertos dicen que hay que ponerle nombre a las cesantías. Esto es, que tengan un objetivo específico para evitar echarles mano innecesariamente cuando está ilíquido, pues hay que recordar que las cesantías son un ingrediente más para que usted cumpla sus metas.
Como lo publica El Universal…
Corto Plazo. Fondo utilizado por personas que piensan retirar sus cesantías en un horizonte de tiempo menor a un año. Los recursos de los afiliados son invertidos en títulos más seguros, pero tienen una menor rentabilidad esperada.
Largo Plazo. Fondo hecho para personas que no tienen planeado retirar las cesantías en menos de tres años. El fondo invierte los recursos de sus afiliados en títulos valores que prometen mayor rentabilidad con el paso de los años pero que tienen una mayor exposición al riesgo.
Se busca que al asumir un mayor riesgo se tenga la posibilidad de una mejor rentabilidad en el largo plazo. También permite realizar una planeación hacia futuro.