Para los jóvenes amigos de las nuevas tecnologías, que buscan crear su historial crediticio, solicitar un primer crédito es tarea sencilla. Las entidades siempre verificarán si podrán soportar el préstamo con los ingresos del solicitante, y por ello se aconseja evaluar los gastos fijos mensuales.
Para los jóvenes amigos de las nuevas tecnologías, que buscan crear su historial crediticio, solicitar un primer crédito es tarea sencilla. Las entidades siempre verificarán si podrán soportar el préstamo con los ingresos del solicitante, y por ello se aconseja evaluar los gastos fijos mensuales.
Los smartphones, las tabletas y los smartwatches se han convertido en implementos de fácil acceso, que son utilizados por los jóvenes que están interesados en entrar al mundo financiero, como un canal al momento de solicitar su primer crédito.
Actualmente, con tal solo ser mayor de edad y tener un documento de identificación vigente se puede hacer la solicitud de un crédito. Sin embargo, los jóvenes comienzan a buscar opciones de financiación desde los 22 años, como lo establece una investigación de Biocredit, cuando ya pueden demostrar ingresos que soporten la deuda a las entidades crediticias.
Oscar Gutiérrez, CEO de Biocredit afirma que “cuando se va a pedir un crédito por primera vez no es recomendable que se haga por montos muy altos, ni que se pidan para adquirir un carro, una moto o una casa, ya que los precios de estos productos son muy elevados y es necesario tener una vida crediticia bien construida para que haya más posibilidades de aprobación”.
Para el primer crédito se debe pensar muy bien el destino de la deuda. Si es para ocio y gustos personales, la cuota no debería exceder el 10 % del salario de la persona. Para que su crédito tenga más posibilidades de aprobación, tenga en cuenta los siguientes pasos:
Las entidades crediticias siempre verifican que la persona tenga cómo soportar sus ingresos. Es importante contar con los documentos necesarios que demuestren lo que gana para cubrir los pagos, como, por ejemplo, tener una cuenta bancaria activa de la cual se puedan obtener los extractos mensuales.
Realizar un plan de pagos según sus ingresos mensuales y el monto de dinero a solicitar. Se deben evaluar los gastos fijos personales, como alimentación, transporte y de sostenimiento, y ver si el monto restante puede cubrir las cuotas.
Por ejemplo, si cuenta con ingresos mensuales por $1.500.000 y sus gastos fijos son de $1.000.000, de la porción restante no debería destinar más allá del 30 % para el pago de una cuota.
Es muy importante explorar diferentes opciones de entidades crediticias. Cuando se trata del primer crédito es recomendable no solo fijarse en los grandes bancos; también se puede apoyar en entidades del sector solidario, como cooperativas y fondos de empleados, que además le dan a la persona otras opciones de ahorro.
Pagar este primer crédito de la mejor forma posible es importante para que en el futuro pueda acceder más fácilmente a créditos de mayores montos, como créditos para adquirir un vehículo, tarjeta de crédito, o de libre destino para gustos personales o vacaciones, entre otros.
Con esta primera vez la persona está ganando puntos basados en su comportamiento crediticio, los cuales le servirán a futuro.
Es recomendable que el crédito no se extienda a muchas cuotas, pues de esta manera el pago será más rápido. En los primeros pagos las cuotas cubren en una porción más alta los intereses de la deuda, y dejan un monto inferior de la cuota para cubrir el capital de la deuda.