Anif se pregunta si la mejor gestión de la Dian suma o no a la relación recaudo-neto/PIB, o si simplemente es parte del paisaje tributario. También advierte que deben tomarse medidas, pues en el 2020 Colombia podría afrontar un recorte en su calificación de riesgo por la insuficiencia en su recaudo.
Anif se pregunta si la mejor gestión de la Dian suma o no a la relación recaudo-neto/PIB, o si simplemente es parte del paisaje tributario. También advierte que deben tomarse medidas, pues en el 2020 Colombia podría afrontar un recorte en su calificación de riesgo por la insuficiencia en su recaudo.
En su comentario económico del día 15 de agosto de 2019, titulado Mejor gestión tributaria: ¿cuánto elevará la relación recaudo neto/PIB?, destaca el recaudo tributario alcanzado en Colombia durante la primera mitad del mismo año. «El recaudo bruto de impuestos reportado por la Dian arrojaba un satisfactorio incremento del 10,3 % nominal anual, incluyéndose allí el pago de la primera cuota del impuesto al patrimonio retomado bajo la Ley 1943 de 2018», indica la entidad.
La pregunta que se hace Anif frente a lo anterior es si este mayor recaudo obedece a: i) la recuperación proveniente del ciclo alcista en la actividad económica; ii) la aplicación de tasas impositivas más elevadas y/o sobre bases más amplias; o iii) la mejor gestión de la Dian.
Frente al segundo punto, a nivel de tasas tributarias y sus coberturas, se puede ser optimista. Por ejemplo, y como indica Anif, los hogares de clase alta no solo estarán pagando el impuesto al patrimonio, sino que las tasas efectivas se han incrementado en aproximadamente un 3 % para ingresos por encima de 45 millones de pesos mensuales (aunque, nuevamente, esto último solo afecta al 0,1 % más rico del país).
«Los impuestos indirectos relacionados con ventas de vivienda superior a los 918 millones de pesos se estiman que puedan aportar +0,2 puntos porcentuales respecto del PIB. Así, entre los hogares más ricos (+0,1 puntos porcentuales) y sus transacciones de vivienda-locales (+0,2 puntos porcentuales) podrían totalizarse +0,3 puntos porcentuales respecto del PIB de mayor recaudo, en línea con nuestro estimativo de alcanzar 14,3 %», señala el análisis de la entidad.
Según las cifras anteriores, “la mayor gestión” de la Dian no estaría sumando mayor cosa. Pero esta conclusión iría en dirección contraria de los anuncios que suele hacer la Dian sobre ganancias entre el 0,5 % y el 1 % del PIB por año. Anif se pregunta si la mejor gestión de la Dian suma o no a la relación recaudo-neto / PIB, o si simplemente forma parte del paisaje tributario.
Lo que parece estar ocurriendo es que esa gestión de la Dian no suma al incremento del recaudo. Internamente, la Dian se fija unas metas que ellos “marcan” como gestión y sobre las cuales se dan bonificaciones, pero en realidad no corresponden a un “nuevo recaudo”. Al respecto, Anif recuerda cómo entre los años 2016 y 2018 se habló en gran medida sobre la “normalización tributaria”, y como resultado todo lo que se obtuvo de esas gestiones con FATCA-OCDE-Panamá no superó los tres billones de pesos anuales (0,1 % del PIB).
«No tiene entonces mayor sentido económico que la Dian “marque” como recaudo de gestión el mayor recaudo esperado del alza en las tasas impositivas de los hogares (si es que ese pago proviene de aquellos que ya venían pagándolo); tampoco debería incluirse allí el recaudo del IVA que se pague a mayor tasa (por parte de los que ya venían pagándolo). Estrictamente hablando, “gestión tributaria” solo debería referirse a nuevos contribuyentes que ya existieran y que antes no pagaban», puntualiza Anif.
Una buena métrica de gestión la tendremos, analiza Anif, cuando la Dian nos diga que de los tres millones de personas naturales (donde solo un millón paga algo adicional a su retefuente) se ha pasado a por lo menos siete millones de declarantes y con abonos adicionales (especialmente en el caso de los independientes). Solo de esta manera será posible elevar el recaudo de imporrenta de personas naturales en Colombia del actual 1,2 % del PIB hacia la media de 8,2 % que se observa en la OCDE.
Desde el punto de vista del informe, el director de la Dian viene liderando con buen tino el complejo proceso de modernización de esa entidad, de la mano del artículo 104 de la Ley 1943 de 2018, que le confirió poderes especiales.
«La última reforma de este tipo data de 1995 y, desde entonces, Colombia acarrea una pesada carga administrativa de tributación-aduanas, donde la relación recaudo/PIB ha estado bordeando tan solo un 14,3 % (neta de devoluciones), y amenaza con caer al 13,3 % en 2022. Le deseamos éxitos a la Dian en esta tarea, ya que el margen es muy estrecho a la hora de evitar que Colombia enfrente una degradación en su calificación de riesgo país antes de finalizar el 2020, en buena medida por insuficiencia en su recaudo», enfatiza Anif.