Sergio Olarte cree que para 2021 el déficit de recaudo puede bajar un 30 % de lo que se espera para 2020.
Gustavo Cote dice que la Dian deberá ser inflexible frente a casos de evasión.
Mauricio Cárdenas afirma que medidas de diferimiento en el pago de impuestos deben ser parte de paquete fiscal.
Sergio Olarte cree que para 2021 el déficit de recaudo puede bajar un 30 % de lo que se espera para 2020.
Gustavo Cote dice que la Dian deberá ser inflexible frente a casos de evasión.
Mauricio Cárdenas afirma que medidas de diferimiento en el pago de impuestos deben ser parte de paquete fiscal.
En entrevista con El Tiempo, el 3 de abril de 2020 el ministro de Hacienda, Alberto Carrasquilla, fue claro al indicar que la meta de recaudo tributario que se tenía en mente para este año no se cumplirá.
Debido a que la actividad económica está muy resentida, por causa del COVID-19, el recaudo será inferior a los 158 billones de pesos que se tenía presupuestado en el plan financiero.
«Lo cierto es que, con la caída de la actividad económica, vamos a recaudar menos impuestos, al tiempo que nuestro país requiere medidas que elevan el gasto público. Por ejemplo, se requieren unos $ 7 billones para enfrentar los desafíos en salud pública, otros $ 2 billones para ayudar a la población más vulnerable. En total, estamos comprometiendo más de $ 15 billones», explicó.
Gustavo Cote, exdirector de la Dian, afirma en entrevista con Actualícese que el panorama nacional obliga a replantear todas las estimaciones que se habían formulado al comienzo del año.
«Los presupuestos con base en los cuales el Ministerio de Hacienda preparó el marco fiscal de mediano plazo han cambiado sustancialmente, empezando por el precio del petróleo y el alto valor del dólar», dice.
Luego, las autoridades de Hacienda deben volver a barajar el horizonte fiscal, máxime cuando el aparato productivo está semiparalizado. Esta última circunstancia va a incidir, sin lugar a duda, de manera negativa en el recaudo tributario nacional.
Frente al recaudo, y en medio de la actual situación, Sergio Olarte, analista y economista principal de Scotiabank Colpatria, indica en El Espectador que hay dos tipos de recaudo de impuestos que se pueden ver afectados:
“El primero son los impuestos nacionales; como las empresas están detenidas, se van a ver afectadas o van a tener sus ingresos muy bajos, por lo que se reduce la recepción de algunos ingresos por impuestos corporativos, algo que no se ha estimado aún”.
Olarte también explica que, con un parón de la economía durante el segundo trimestre del año, los impuestos locales o regionales también se van a ver disminuidos, afectando a los municipios.
«Creemos que para el próximo año, definitivamente, el déficit de recaudo va a ser importante y puede bajar 30 % de lo que se espera para este 2020”, señala.
Frente al actual panorama, desde el punto de vista de Carrasquilla no hay más remedio que elevar la deuda.
«Lo importante es tener claro que esa nueva deuda se debe pagar lo más rápido posible, una vez hayamos superado la crisis, y que el plan para hacerlo debe ser muy claro, muy preciso y se tiene que cumplir al pie de la letra», explica.
El exministro de Hacienda, Mauricio Cárdenas, a través de su cuenta de Twitter, escribió el 31 de marzo de 2020 que las medidas de diferimiento en el pago de impuestos deben ser parte del paquete fiscal.
«También se debe bajar tabla de retefuente. Las empresas necesitan caja para sobrevivir. La Dian aplazó 8 días pago de renta. No tiene proporción alguna con la realidad», escribió.
Desde el punto de vista de Cote, la Dian tendrá que adoptar estrategias particulares para garantizar que se cumpla con las obligaciones corrientes y ordinarias del año.
«Deberá acudir a campañas de divulgación que toquen el corazón de los colombianos y les haga ver desde el fondo de sus sentimientos de solidaridad la importancia que tiene aportar a los recursos públicos», afirma.
Igualmente, tendrá que ser inflexible, frente a los casos de evasión que detecte en sus programas de fiscalización.