Otro discurso frecuente presenta el mensaje de que los estándares internacionales traerán consigo información financiera de mejor calidad, para los mercados financieros, y generarán mayor transparencia y competitividad.
«Es un discurso bonito, pero es el enunciado de un deseo, un propósito que solo podrá cumplirse en la medida en que la aplicación de tales normas esté acompañada del análisis de otros elementos tan o más importantes que la reforma contable», dice Vera-Colina.
Mary A. Vera-Colina afirma que el mensaje de que los estándares internacionales traerán consigo información financiera de mejor calidad, para los mercados financieros, y generarán mayor transparencia y competitividad, suena bonito, pero hay muchas interrogantes que quedan en el aire.
«Es un discurso bonito, pero es el enunciado de un deseo, un propósito que solo podrá cumplirse en la medida en que la aplicación de tales normas esté acompañada del análisis de otros elementos tan o más importantes que la reforma contable», dice Vera-Colina.
Mary A. Vera-Colina, contadora pública, profesora asociada de la Universidad Nacional de Colombia, directora del Grupo de Estudios Interdisciplinarios sobre Gestión y Contabilidad –INTERGES– y del Centro de Investigaciones para el Desarrollo –CID–, se muestra preocupada de la forma en que los profesionales contables están asumiendo el aprendizaje de los estándares internacionales.
«En conversaciones con colegas colombianos y latinoamericanos se percibe una preocupación por la pérdida de los aprendizajes acumulados sobre las normas derogadas. Es común escuchar que deben comenzar a estudiar desde cero, porque lo que sabían de contabilidad ya no les sirve», asegura.
En su rol como docente, Vera-Colina, invita constantemente a sus estudiantes a rescatar el aprendizaje de lo disciplinar de la profesión, de los conocimientos científicos y técnicos que trascienden lo normativo, evitar aprender «con base en la norma» y privilegiar una formación «con base en lo disciplinar».
«En la medida en que un profesional contable domina los conocimientos avanzados de la profesión, los principios de la contabilidad, el cambio normativo actual y futuro, no se convertirá en una situación traumática, siendo el estándar un desarrollo específico de los conocimientos avanzados de la disciplina», explica Vera-Colina.
Otro discurso frecuente presenta el mensaje de que los estándares internacionales traerán consigo información financiera de mejor calidad, para los mercados financieros, y generarán mayor transparencia y competitividad.
«Es un discurso bonito, pero es el enunciado de un deseo, un propósito que solo podrá cumplirse en la medida en que la aplicación de tales normas esté acompañada del análisis de otros elementos tan o más importantes que la reforma contable», dice Vera-Colina.
«Si bien la normativa contable basada en el Decreto 2649 de 1993 y en parámetros tributarios requería un proceso de revisión importante, dar un salto al vacío al adoptar estándares internacionales puede traer más dificultades en el corto y mediano plazo, por el bajo nivel de actualización disciplinar que caracteriza a la profesión, especialmente aquella que labora en las pymes», afirma Vera-Colina.
La docente considera que eldominio de los estándares internacionales es un reto que debe afrontar todo contador, como una oportunidad para desarrollar una mayor diversidad de principios a aplicar en su labor.
«Pero no debe repetirse el error de retomar un aprendizaje basado en normas, sino que debe priorizarse una formación que realmente centre su atención en la disciplina y sus desarrollos conceptuales», explica ella.
Es importante destacar que, independientemente del dinamismo de lo normativo, que hoy tiene énfasis en lo empresarial y en el reporte de información de rendimiento a mercados financieros, no debe olvidar el contador su compromiso con lo social y contexto nacional, elemento que se deja de lado en el modelo de estandarización internacional.