Para Jesús Alonso Botero, especialista en política económica y docente de la universidad EAFIT, la tarea debe estar en la racionalización del gasto e impulsar la actividad productiva a través de estímulos a la inversión, ítems en los que se quedó corta la reforma tributaria.
Para Jesús Alonso Botero, especialista en política económica y docente de la universidad EAFIT, la tarea debe estar en la racionalización del gasto e impulsar la actividad productiva a través de estímulos a la inversión, ítems en los que se quedó corta la reforma tributaria.
Jesús Alonso Botero García, especialista en política económica de la Universidad de Antioquia y docente del departamento de economía de la universidad EAFIT, dialogó con Actualícese sobre impuestos, evasión, el ingreso de Colombia a la OCDE y la reforma tributaria, entre otros temas.
Según Botero, en 2017, el recaudo de impuestos administrados por la Dian aumentó en 7,7 %, con respecto a 2016. Dada una inflación del 4,09 %, ello implica un crecimiento real de los impuestos del 3,6 %. El 73,2 % de esa variación se generó en impuestos indirectos (IVA e impuesto al consumo), que variaron un 21,8 %. Los impuestos directos (renta y CREE) crecieron el 5,5 %, en tanto que los impuestos a la riqueza decrecieron el 21,5 %. Otros impuestos, como el de la gasolina, cayeron en un 40,7 %. Los impuestos externos (aranceles e IVA a las importaciones) crecieron el 9,9 %, en tanto que el GMF creció el 3,1 %.
De acuerdo con lo anterior Botero García concluye que el peso fundamental de la variación de impuestos estuvo en los impuestos indirectos. Los impuestos directos crecieron poco, compensando en parte la caída del impuesto a la riqueza. Y los impuestos externos aportaron el 19 % de la variación.
Es claro que el impacto del IVA fue importante para los consumidores. El consumo de los hogares se resintió, disminuyendo su crecimiento a niveles inferiores al 2 %. En renta, los impactos solo se observarán en 2018, cuando se presenten las declaraciones de renta correspondientes al año gravable de 2017.
La situación fiscal del país es compleja. Sin duda, Colombia es poco competitiva en lo que a impuestos se refiere. Los empresarios han señalado que las empresas deben destinar el 69,7 % de sus ganancias a impuestos y contribuciones (contra 40,1 % en los países de la OCDE de ingreso alto, y el 46,6 % en América Latina y el Caribe).
Pero también es claro que no existe un espacio fiscal claro para dicha reducción, y que el esfuerzo realizado en impuestos indirectos tuvo un impacto negativo sobre el consumo. Probablemente las claves futuras sean: racionalización del gasto, reemplazo de impuestos a las empresas por impuestos a las personas y establecimiento de estímulos efectivos a la inversión.
Es muy común hablar de control de la evasión, pero ello requeriría simplificar los regímenes tributarios, tarea en la que avanzó poco la reforma tributaria. De nuevo, la tarea debe estar en la racionalización del gasto e impulsar la actividad productiva a través de estímulos a la inversión, ítems en los que se quedó corta la reforma.
El beneficio tributario de deducir el 100 % del IVA pagado en la adquisición de bienes de capital tiene un efecto apenas marginal, lo que significa que en lugar de deducir ese IVA en 10 años (al ritmo de la depreciación) se deduce en un año, lo que tiene un efecto marginal sobre la tasa de tributación. Habría que buscar incentivos más efectivos para impulsar la inversión.
Al parecer, los temas que todavía están pendientes en el acceso a la OCDE tienen que ver con asuntos laborales y de comercio, no con temas de tributación. Pero en general, el país tendrá que competir mejor en tasa de tributación a las empresas, compensando con mayor tributación a las personas y reducciones del gasto.
En época de elecciones, ¿en qué se deberá enfocar el próximo Gobierno para que el recaudo fiscal cumpla las metas?
Medidas tributarias para incentivar la inversión; racionalización del gasto; cambio de impuestos a las empresas por impuestos a las personas; y simplificar el régimen tributario para hacer más efectivo el control de la evasión.