Se garantizará una distribución más justa de los beneficios y los derechos fiscales entre los países respecto a las empresas multinacionales más grandes.
Se busca poner un piso a la competencia en el impuesto sobre la renta de las empresas con una tasa impositiva corporativa mínima global.
Se garantizará una distribución más justa de los beneficios y los derechos fiscales entre los países respecto a las empresas multinacionales más grandes.
Se busca poner un piso a la competencia en el impuesto sobre la renta de las empresas con una tasa impositiva corporativa mínima global.
130 países, incluida Colombia, aprobaron el 1 de julio de 2021 el establecimiento de una tasa mínima para las corporaciones, así como reglas para compartir las ganancias de multinacionales como Apple, Google y Facebook.
Lo anterior quiere decir que a partir de 2023 se implementarían reglas que reducirían la elusión fiscal al hacer que las empresas multinacionales paguen una tasa efectiva de por lo menos 15 %.
A su vez, a los países más pequeños se les otorgarían mayores ingresos fiscales de las empresas extranjeras.
Países como India, China y Turquía, que se habían mostrado indecisos, al final aceptaron la declaración.
El acuerdo entre naciones, que representan más del 90 % del PIB mundial, establece un nuevo marco para una reforma fiscal internacional.
Desde el punto de vista de la OCDE, entidad que desde hace tiempo venía dando la pelea por este tema, se resolvió un problema cada vez más urgente para la economía mundial después de que los desacuerdos sobre gravar a las empresas de tecnología y establecer una tasa mínima se convirtieron en tensiones comerciales el año pasado. El medio de comunicación Bloomberg expone lo siguiente:
La promesa de casi US$150.000 millones en ingresos adicionales para los gobiernos también ayudó a lograr un acuerdo.
La dificultad que han enfrentado los defensores del acuerdo es lograr que las naciones en desarrollo se suscriban en bloque a algo inicialmente negociado por el G7.
El «club de economías ricas» acordó el mes pasado en Londres un esquema general para los dos pilares de las negociaciones de la OCDE:
Desde la OCDE se realizaron algunos cambios para las anteriores propuestas, diciendo que la cantidad de ganancias por reasignar debería estar entre 20 % y 30 % de las utilidades residuales por encima del margen de 10 %, lo que podría aumentar las ganancias para las economías más pequeñas.
Por otra parte, las empresas con ingresos superiores a 24.000 millones de dólares estarán sujetas a las nuevas normas sobre dónde se gravan. Explica Bloomberg:
En una concesión a las economías más pequeñas, el marco inclusivo acordó revisar los términos tras siete años y reducir el umbral a 10.000 millones de euros.
Como lo explica el diario El Financiero, el primer pilar garantizará una distribución más justa de los beneficios y los derechos fiscales entre los países respecto a las empresas multinacionales más grandes, incluidas las empresas digitales.
De igual forma, reasignaría algunos derechos impositivos sobre las empresas multinacionales de sus países de origen a los mercados en los que realizan actividades comerciales y obtienen beneficios, independientemente de si las empresas tienen presencia física allí. Afirma el diario:
Se espera que los derechos impositivos sobre ganancias de más de 100 mil millones de dólares se reasignen a las jurisdicciones del mercado cada año.
El segundo pilar busca poner un piso a la competencia en el impuesto sobre la renta de las empresas, introduciendo una tasa impositiva corporativa mínima global que los países pueden utilizar para proteger sus bases impositivas.
Se estima que una tasa mínima de al menos el 15 % generaría alrededor de 150.000 millones de dólares en ingresos tributarios globales adicionales anualmente.