Un gran porcentaje de empresas colombianas le apostarán al trabajo híbrido para el 2022.
Educar a los líderes de manera que la virtualidad sea sostenible para la fuerza laboral y lograr el equilibrio vida-trabajo son parte de los desafíos más importantes en las organizaciones, dice Marietna Cantillo.
Un gran porcentaje de empresas colombianas le apostarán al trabajo híbrido para el 2022.
Educar a los líderes de manera que la virtualidad sea sostenible para la fuerza laboral y lograr el equilibrio vida-trabajo son parte de los desafíos más importantes en las organizaciones, dice Marietna Cantillo.
Cifras del Dane indican que más del 80 % de las empresas volvieron a la modalidad de trabajo presencial. Sin embargo, de este porcentaje no se sabe todavía a cuántos empleados les gustó volver y a cuántos no. Queda en el ambiente la duda de si las organizaciones están listas para migrar al trabajo híbrido.
Al respecto, Marietna Cantillo, directora de Career para Mercer en la región Andina, Centroamérica y Caribe, afirma que efectivamente hay organizaciones que están retomando la modalidad presencial, pero no de forma definitiva.
Un estudio realizado por Mercer en Colombia, en el que participaron más de 90 empresas, indica que el 70 % de los directivos confirmó mantener esquemas híbridos para el próximo año.
Al respecto, afirma Cantillo:
En los dos últimos años se ha comprobado que las empresas están listas la migrar a esta modalidad laboral. Si no lo estaban tuvieron que alistarse. Tal vez no se ha sabido poner un tamiz entre los dos extremos, es decir, 100 % presencialidad y 100 % virtualidad.
Para ella, es lógico que las empresas extrañen algunas cosas de la presencialidad que se materializan en las tendencias que están tratando de recuperar en cierto trabajo híbrido con alguna proporción presencial, pero no al 100 %. La presencialidad se ve al ciento por ciento únicamente en posiciones o industrias que la requieren por la calidad de sus trabajos.
Tanto el trabajo híbrido como el flexible continuarán para el próximo año y hacia el futuro esta tendencia ha abierto una puerta. De hecho, desde Mercer, habíamos visto el trabajo flexible desde hace más de 5 años y en algunas organizaciones se aceleró con la pandemia eliminando muchos de los miedos que tenían las organizaciones. Gracias a eso, creo que se van a seguir conservando.
Como siempre sucede con los beneficios dentro de las organizaciones, hay segmentos de los empleados que los valoran y otros que no. Probablemente habrá un sector de la población que quiera volver a la presencialidad; gran parte de los trabajadores que quieren regresar no tienen un buen lugar para trabajar en su casa.
Se han visto casos de personas trabajando en lugares inapropiados para su ergonomía y es ahí hacia donde muchas de las organizaciones están reenfocando sus esfuerzos de bienestar para los empleados o tendrán que empezar a hacerlo en la medida en que apropien los esquemas híbridos.
El 60 % de la fuerza laboral de Colombia está compuesta por millennials o generaciones que vienen después. Estos conforman el grupo que más presiona por libertad, autogestión y empoderamiento.
Los baby boomers, por su parte, corresponden al 4 %, y se ubican normalmente en posiciones directivas, y es ahí donde existe un “choque”, ya que quien toma decisiones pertenece a una generación muy diferente.
Sin lugar a dudas, educar a los líderes para que la virtualidad sea sostenible para la fuerza laboral y lograr el anhelado equilibrio vida-trabajo es uno de los desafíos más importantes que tienen las organizaciones para el próximo año.
Actualmente, los trabajadores colombianos están valorando beneficios vinculados con el equilibrio vida-trabajo, porque hay un mito con este tema del trabajo virtual y del trabajo flexible, que se ha desequilibrado aún más. Estos pueden variar en relación con su edad o con el momento de vida de cada uno de los colaboradores.
Desde las áreas de recursos humanos antes se hablaba de bienestar, salud mental. Ahora, el tema es más proactivo entendiendo y empatizando mucho sobre cuál es la realidad de cada uno de los trabajadores, porque ya no estamos todos en el mismo lugar físicamente. Si todos estamos dispersos, hay que entender casi que de forma muy individual cuáles son esas realidades y empezar a customizar también esos beneficios.