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Tratamiento contable de activos que dejan de ser usados

Cuando una entidad deja de utilizar determinados activos, debe evaluar si podrá recuperar su valor en libros mediante su venta. Si esto no ocurre, debe reconocer el deterioro del valor, o incluso puede verse obligada a dar de baja el activo reconociendo una pérdida en los resultados del período.

Fecha de publicación: 22 de febrero de 2021
Tratamiento contable de activos que dejan de ser usados
Este artículo fue publicado hace más de un año, por lo que es importante prestar atención a la vigencia de sus referencias normativas.

Cuando una entidad deja de utilizar determinados activos, debe evaluar si podrá recuperar su valor en libros mediante su venta.

Si esto no ocurre, debe reconocer el deterioro del valor, o incluso puede verse obligada a dar de baja el activo reconociendo una pérdida en los resultados del período.

Los activos se definen como recursos controlados por la entidad como resultado de hechos pasados, de los cuales se espera obtener beneficios económicos futuros. Para que sus activos cumplan esta definición, la entidad debe asegurarse de que los beneficios económicos fluyan hacia ella, y que el activo pueda medirse de manera fiable.

En el caso específico de las propiedades, planta y equipo, el literal b) del párrafo 17.27 del Estándar para Pymes establece de manera expresa que un activo del cual no se espere obtener beneficios económicos por su uso o venta debe darse de baja, lo cual implica reconocer una pérdida en los resultados del período.

[pq]Una de las prácticas que deben incorporar todas las entidades que preparan estados financieros es la evaluación periódica de sus activos[/pq], para así determinar la cuantía y el origen de los beneficios económicos que generan esos activos, y establecer entonces si deben deteriorarse o darse de baja.

Ejemplo

Una entidad se dedica a la fabricación de empaques de plástico para atender la industria de bebidas alcohólicas. Las ventas de envases de plástico disminuyeron significativamente, a causa de las políticas ambientalistas del gobierno del país.

En razón a lo anterior, la entidad suspendió de manera indefinida la fabricación de este tipo de envases, y ha concentrado su operación en la comercialización de empaques reciclables fabricados por otras entidades, con lo cual ha encontrado una fuente de ingresos que le permitirá seguir operando.

Las maquinarias que la entidad usaba para fabricar los envases de plástico quedaron en desuso, y ninguna otra entidad en la jurisdicción está interesada en adquirirlas, por lo cual la entidad concluyó que no obtendrá beneficios económicos futuros por el uso o disposición de estas máquinas.

Una de estas máquinas tuvo un costo inicial de $600.000.000, y estaba siendo depreciada utilizando una vida útil de 20 años, sin valor residual. La entidad había utilizado la máquina por un lapso de ocho años, por lo cual su valor en libros en la fecha en la cual entró en desuso era de $360.000.000.

Debido a que la entidad ya no obtendrá beneficios económicos derivados del uso o la venta de la máquina, debe darle de baja en sus estados financieros, reconociendo una pérdida en el estado de resultados por $360.000.000, teniendo en cuenta que no podrá diferirla en varios períodos.

Adquisición de negocios con fines de expansión

En algunas ocasiones una entidad puede adquirir un negocio con el fin de inactivarlo y expandir su participación en el mercado. Esta intención puede generar que la entidad adquiera activos que luego dejarán de ser utilizados.

Al hacer la contabilización inicial de la adquisición, la entidad debe tener en cuenta esta situación, pues de lo contrario tendrá que reconocer pérdidas en su estado de resultados.

Por ejemplo, suponga que una entidad que se dedica a la fabricación de muebles compró una fábrica que pertenecía a su competidor más fuerte. La fábrica fue adquirida con el fin de terminar con la fabricación de muebles de la marca de la competencia, y así fortalecer su participación en el mercado con la marca propia.

En este caso, dado que la entidad no pretende seguir utilizando las máquinas y demás activos adquiridos, no debe darles valor alguno en el momento de la adquisición, pues no espera obtener beneficios económicos derivados de su uso o venta. En su lugar, la entidad debe reconocer el valor pagado como un activo intangible por concepto de plusvalía, el cual podrá ser amortizado en un plazo máximo de diez años (si la entidad pertenece al grupo 1 que aplica el Estándar Pleno no debe amortizar la plusvalía, sino reconocerla como parte de la inversión).

Depreciación de activos no utilizados

[pq]Si los activos están en desuso de manera temporal, pero la entidad prevé que los volverá a utilizar en períodos futuros, no debe darlos de baja[/pq] (precisamente porque sí espera obtener beneficios económicos futuros).

En estos casos, la entidad no debe suspender la depreciación de los activos, sino que debe seguir depreciándolos, de acuerdo con la vida útil original, o modificada, si existen indicios para realizar una nueva estimación.

Si el período de espera se extiende de manera significativa, la entidad debe considerar el reconocimiento del deterioro de valor del activo, o incluso reconsiderar si el activo realmente generará beneficios económicos futuros.

CP. Juan David Maya Herrera
Consultor de Estándares Internacionales de Información Financiera
Certificación Internacional por el ICAEW en IFRS Full (NIIF Plenas)
Correo: jmaya@actualicese.com

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