Este artículo fue publicado hace más de un año, por lo que es importante prestar atención a la vigencia de sus referencias normativas.
Para la elaboración de los estados financieros debe verificarse que la propiedad, planta y equipo en tránsito o en montaje está clasificada adecuadamente.
Por su parte, la depreciación de la propiedad, planta y equipo deberá iniciar cuando el activo se encuentre en condiciones de operar.
Es necesario que al cierre de cada ejercicio verifique el porcentaje de avance de los activos en tránsito o en montaje.
Este paso es importante para que en los estados financieros cada elemento de la propiedad, planta y equipo:
Para una entidad, la propiedad, planta y equipo en tránsito es aquella que ha adquirido en el exterior y que aún no ha llegado a sus instalaciones.
Frente a estos elementos, la entidad debe evaluar cuál es el momento oportuno para reconocer el activo en su contabilidad. Esta evaluación dependerá del momento en que empiece a asumir los riesgos sobre dicho activo.
Por ejemplo, si una entidad adquiere una máquina por parte de un proveedor del exterior y este asume los riesgos hasta el momento en que el activo sale de sus instalaciones, entonces la entidad deberá reconocer el activo como una propiedad, planta y equipo desde que el proveedor despache la mercancía.
Si por el contrario el proveedor asume los riesgos de la máquina hasta el momento de su entrega en las instalaciones de la entidad, esta última deberá reconocer la máquina como propiedad, planta y equipo cuando la reciba. Antes de que ocurra esto puede que la entidad solo tenga reconocido un anticipo, en caso de que haya girado algún valor por la compra de máquina.
En el siguiente video, Juan David Maya, consultor de Estándares Internacionales profundiza al respecto:
Si la propiedad, planta y equipo se encuentra en montaje, esta solo podrá reclasificarse hacia la propiedad, planta y equipo en el momento en que se encuentre lista para empezar a operar.
En estos casos se debe revisar si el proveedor se ha comprometido a realizar la instalación del activo o si la entidad debe encargarse de esto.
Ahora bien, para empezar a depreciar el activo en cuestión debe observarse un criterio distinto.
El párrafo 17.19 del Estándar para Pymes señala que la depreciación de un activo comienza cuando esté disponible para su uso.
La norma explica que un activo está disponible para su uso cuando se encuentra en la ubicación y en las condiciones previstas por la entidad para empezar a operar.
Lo anterior significa que si una entidad tiene un activo que se encontraba en tránsito o en montaje, y este ya se encuentra en las instalaciones de la entidad, se instaló y se le realizaron las pruebas de funcionamiento para comprobar que opera correctamente, entonces a partir de ese momento debe empezar a depreciarse.
Este requerimiento no debe dejar de cumplirse en los casos en que, pese a que el activo ya se encuentra listo para su uso, la entidad decida retrasar su puesta en marcha por razones de otro tipo.
No obstante, si la política interna establecida para el cálculo de la depreciación del activo es el método de unidades producidas o de horas trabajadas, el valor de la depreciación será $0 hasta que el activo empiece a operar.
Esto último no quiere decir que el elemento de la propiedad, planta y equipo no ha empezado a depreciarse, sino que la depreciación por ese período fue de $0. Esto no será así si la entidad eligiera un método de depreciación distinto, como el lineal o decreciente.
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