Primas del Soat disminuyeron en un 6 % y se ha presentado una evasión cercana al 49 %.
Se registran más de 750.000 pólizas voluntarias de salud, las cuales cobijan a cerca de 2,5 millones de colombianos.
Aumento del desempleo golpeó el ramo de riesgos laborales con una disminución del 2 % en afiliados.
Primas del Soat disminuyeron en un 6 % y se ha presentado una evasión cercana al 49 %.
Se registran más de 750.000 pólizas voluntarias de salud, las cuales cobijan a cerca de 2,5 millones de colombianos.
Aumento del desempleo golpeó el ramo de riesgos laborales con una disminución del 2 % en afiliados.
El país registra más de 750.000 pólizas voluntarias de salud, las cuales cobijan a cerca de 2,5 millones de colombianos. En el primer semestre se evidenció una disminución del 12 % en la siniestralidad, lo que indica, desde el punto de vista de Fasecolda, que el temor al contagio disminuyó las consultas médicas y los procedimientos clínicos.
De la mano de la crisis generada por el COVID-19 la industria aseguradora también se ha visto afectada. Las primas durante el primer semestre del año llegaron a 14,26 billones de pesos, lo que representa un crecimiento nominal del 1,1 % y uno real del -1,1 % comparado con el primer semestre de 2019.
Esta disminución en la adquisición de productos para proteger la vida y el patrimonio de cada asegurado se ha visto influenciada por factores como el desempleo, el aumento de la cartera de crédito, la no disponibilidad de ahorro y, especialmente, a que en épocas de restricción económica las personas dan prioridad a los gastos relacionados con sus necesidades básicas, alimentación, educación y vivienda, entre otros.
La Federación de Aseguradores Colombianos –Fasecolda– indicó el 24 de agosto de 2020, a través de un comunicado de prensa, que la pandemia y las medidas de contención han tenido mayor incidencia en algunos tramos, como los siguientes: rentas vitalicias (-33 % nominal), desempleo (-13 %), autos (-11 %), Soat (-6 %), sustracción (-6 %), riesgos laborales (-2 %), accidentes personales (-4 %) y transporte (-1 %).
Con relación a la siniestralidad, aunque los resultados a junio han disminuido, el indicador no refleja la realidad, ya que los efectos generales se verán al final del año cuando se contabilicen todas las reclamaciones que, como consecuencia de la pandemia, no se han reportado.
Debido a las restricciones de movilidad, algunos propietarios de vehículos cuyas pólizas se vencían en el período de la cuarentena decidieron no renovarlas hasta que se permitiera la circulación, por lo que las primas disminuyeron en un 6 %, y se suma una evasión cercana al 49 %. Solo cerca de 8 millones de vehículos cuentan con un Soat vigente, afectando de manera considerable el sistema de salud que deja de recibir cerca de 1,6 billones anuales para su operación.
Al mes de junio, Colombia contaba con 2,1 millones de vehículos con seguros voluntarios de automóviles, que representan un 26 % del número de vehículos que tienen Soat. Las primas de este sector han caído 11 % en relación con el primer semestre del año anterior.
«Esta caída se explica, principalmente, por los diferentes beneficios que las aseguradoras han otorgado a sus asegurados como la devolución de primas y ampliación de coberturas y a la menor venta de vehículos nuevos», indica Fasecolda.
El país registra más de 750.000 pólizas voluntarias de salud, las cuales cobijan a cerca de 2,5 millones de colombianos. Como lo mencionamos, en el primer semestre se presentó una disminución del 12 % en la siniestralidad. Según Fasecolda, este valor se explica por el hecho de que se disminuyeron las consultas médicas y los procedimientos clínicos, debido al temor al contagio.
«Se espera que una vez se comience a normalizar la situación, se incrementen las citas médicas y se realicen los procedimientos pendientes. Además, existe el riesgo de que algunos casos se agraven por la no atención oportuna de las enfermedades», dice Fasecolda.
El aumento del desempleo se ha comenzado a evidenciar en este ramo, con una disminución del 2 % en afiliados, al pasar de 10.284.573 trabajadores afiliados al cierre de 2019 a 10.144.184 al término del primer semestre.
En cuanto a las reclamaciones, es necesario recordar que el COVID-19 fue declarado enfermedad profesional directa para el personal de la salud. Las cifras aún no permiten evidenciar el costo de la pandemia en este segmento.
El sistema ha reservado 114.000 millones de pesos para el pago de prestaciones asistenciales. Aún están por verse las consecuencias de las nuevas enfermedades físicas y psicológicas derivadas de la modalidad de trabajo en casa.
A esta perspectiva se suman las obligaciones adicionales que el Gobierno nacional ha venido imponiendo al sector, como la adquisición de elementos de protección personal, que a la fecha suma una inversión superior a los 72,500 millones. El ramo registra en el primer semestre un deterioro en su margen técnico que pasa del -3 % al -6 % de las primas.
Aunque al cierre del semestre el resultado neto de la industria es de 1,1 billones de pesos (-14 % en relación con el semestre del año anterior), se ha soportado en la rentabilidad de las inversiones que cubren las reservas de riesgos asumidos en períodos anteriores y en la menor siniestralidad.
«Sin embargo, la disminución de las primas durante el período y la reducción de los rendimientos financieros, además del desconocimiento del verdadero valor del costo de los siniestros, ofrecen un panorama preocupante para los resultados en la segunda mitad del año», indica Fasecolda.
Las aseguradoras están implementando acciones para mantener la cobertura a sus asegurados. En estos momentos, lo que no puede pasar, es que en plena reactivación una empresa quede descubierta ante un evento (incendio, hurto, terremoto, daño en maquinaria, etc.); estos riesgos siempre están presentes.