Este artículo fue publicado hace más de un año, por lo que es importante prestar atención a la vigencia de sus referencias normativas.
Para Anif, la imposibilidad de recaudar un mayor monto por impuesto de renta a personas naturales ha significado una dependencia mayor del IVA.
Base de personas naturales contribuyentes al impuesto de renta es muy pequeña, únicamente 7,2 % del total de ocupados están obligados a pagar el impuesto.
El Centro de Estudios Económicos Anif, en su comentario económico del 10 de marzo de 2021, titulado Las razones que hacen necesaria una reforma fiscal, analiza el sistema tributario colombiano y argumenta por qué sí es necesario discutir una reforma tributaria.
Una primera razón se basa en que la actual estructura tributaria genera un bajo recaudo en un escenario donde las necesidades de gasto del Estado son cada vez más altas. Además, la estructura del sistema depende, en mayor medida, de un impuesto regresivo como es el IVA.
Por otra parte, el impuesto a la renta, que sí es progresivo, recae sobre las empresas en un 80 %, mientras las personas naturales contribuyen solo con el 20 %, contrario a lo que sucede en la mayoría de los países del mundo, sobre todo en los desarrollados.
Otra razón es que la base de personas naturales contribuyentes al impuesto de renta es muy pequeña, únicamente 7,2 % del total de ocupados están obligados a pagar el impuesto.
«Eso se traduce en que la pequeña base de contribuyentes tiene una alta carga tributaria. Es decir, son muy pocas personas las que pagan y, además, pagan mucho. A su vez, el hecho de que el recaudo recaiga de forma desproporcionada sobre las empresas, da pie para que muchas firmas prefieran quedarse en el sector informal y así no tener que llevar esa carga impositiva tan alta, lo que se traduce en falta de generación de empleo, menor inversión y en menores ingresos para el Estado», analiza Anif.
En su análisis, Anif publica que el recaudo tributario del Gobierno Nacional Central –GNC– en el 2019, antes de la llegada del virus, alcanzó solo 14 puntos del PIB. De este recaudo, 5,8 puntos corresponden al IVA, 6,4 al impuesto de renta y 1,8 a otros impuestos.
Ese poco recaudo ha llevado a que, durante varias décadas, los gastos del GNC hayan sido mayores a sus ingresos. «El déficit promedio desde 1991 hasta 2019 fue de 3.01 puntos del PIB. Sin embargo, en el 2020, a raíz de la pandemia, alcanzamos un déficit de 6 puntos del PIB, con corte al tercer trimestre». En tan solo un año el déficit casi que se multiplicó por cuatro, pues en 2019 fue de 2,5 puntos del PIB.
Ese aumento del déficit se debió, fundamentalmente, a la abrupta caída de los ingresos del GNC y a un incremento en los gastos. Mientras que en 2019 el GNC tuvo ingresos totales equivalentes a 16,5 puntos del PIB, en 2020 cayeron drásticamente a 11,6 puntos, poniéndonos en niveles similares a los de la crisis económica de 1999.
Al tener una fuerte carga impositiva, esta capacidad de generar empleo (especialmente para las personas de menores recursos) e inversión se reduce, afectando a la economía como un todo.
El mensaje es claro por parte del Centro de Estudios Económicos: el número de personas naturales contribuyentes al impuesto de renta es muy pequeño, tan solo 3,4 millones de personas declaran renta cada año, mientras que cerca de 1,6 millones efectivamente se ven obligadas a pagar el impuesto.
«Sin lugar a dudas, esa cifra es muy baja si se tiene en cuenta que en el país hay cerca de 22 millones de personas ocupadas. El Gráfico 4 muestra que tan solo el 15,4 % de los ocupados declaran renta y solamente el 7,2 % contribuyen, cifras escandalosamente bajas», explica Anif.
La imposibilidad de recaudar un mayor monto por impuesto de renta a personas naturales ha significado una dependencia cada vez mayor del IVA.
«Eso es problemático porque el impuesto de renta a personas puede ser altamente progresivo mientras que el IVA, por definición, es un impuesto altamente regresivo», analiza Anif.
Todo lo anterior, sumado a la complejidad del sistema impositivo en Colombia y a las distorsiones creadas por la coexistencia de diferentes impuestos temporales y/o regionales, hace que sea muy difícil pagar impuestos y que se abra la puerta para la evasión y la elusión, desde el punto de vista de la entidad:
«No es de extrañar que varios índices internacionales ubiquen a Colombia entre los peores países para pagar impuestos y que, además, nos señalen porque la distribución de cargas impositivas es inversa a lo que dicta la teoría económica y a lo que efectivamente pasa en la mayoría de los países».
Anif recomienda que el país debe emprender cuanto antes el camino para mejorar la forma y la estructura en la cual se recaudan los impuestos. Esta es una necesidad para el beneficio de todos los colombianos que dista de ser un capricho político o de unos pocos.
Fundada en el año 2000 con la misión de “elevar el nivel profesional del Contador Público”
